Ejemplos Prácticos del SEDGY II
ESTUDIO PROGRESIVO DE LOS GRÁFICOS
Nuestro ejemplo siguiente se refiere a un horóscopo de nacimiento con el ascendente en el signo del Cangrejo, pero con la particularidad evidente de que el signo del León se localiza interceptado en la casa I, con lo cual le vamos a dar importancia también a este hecho. Pero comencemos con el orden normal que solemos seguir, desarrollando los cuatro brazos de la cruz del yo.
INDIVIDUALIDAD
El Sol se encuentra peregrino en el signo de los Gemelos en la casa X, con trígono de Júpiter, con lo que su estado cósmico se puede considerar como medio-alto, ya que no tiene ningún tipo de aspecto desarmónico, pudiéndose entender como algo neutro el hecho de que esté peregrino (ni en dignidad ni en debilidad).
El Sol en los Gemelos marca una naturaleza intelectual, comunicativa o nerviosa fundamentalmente. Por otro lado, en el arquetipo del signo de los Gemelos, que es de tipo doble o dual, puede predominar más su tendencia concreta, o bien la abstracta, de acuerdo al símbolo de su planeta regente, Mercurio: la cruz hacia abajo o el semicírculo superior. Ello dependerá por supuesto de los aspectos que recibe el planeta situado en ese signo, que en este caso es el Sol.
El único aspecto que recibe el Sol es obviamente muy bondadoso. Al ser una relación armónica con el planeta de la expansión social, no cabe duda de que fomenta enormemente la faceta comunicativa del Sol en los Gemelos. Pero debemos de tener en cuenta también que Júpiter posee una vertiente filosófica y abstracta, con lo que al lanzar un trígono al Sol situado en signo mental (de aire), genera un fortalecimiento simultáneo de tal faceta abstracta.
Tampoco debemos de olvidarnos de que el Sol se localiza en una posición casi intermedia entre dos signos, que son los Gemelos por posición y el Toro por proximidad. Sabemos que dentro de los 2º primeros o últimos de un signo, un planeta posee cierta influencia del signo contiguo. En el caso de las luminarias se podría entender que este margen se puede ampliar un poco, quizás a dos grados y medio, pero ya tres grados es excesivo.
En el tema natal que estudiamos, el Sol se encuentra a dos grados del signo del Toro, con lo que efectivamente sí existe tal combinación de fuerzas. Así, nos habla de que esta persona posee mayor constancia, sentido práctico y perseverancia (Toro) de lo que suele ser la media en los individuos con el Sol en los Gemelos.
Por tanto, esta posición del Sol resulta bastante variopinta, pues el trígono con Júpiter le aumenta tanto la comunicación social como el interés por lo filosófico, a la vez que la cercanía al Toro produce igualmente un enfoque de sus energías hacia lo práctico y concreto.
Aparte de estas cuestiones generales sobre el estado cósmico del Sol, hemos de profundizar un poco más en el trígono que recibe del planeta Júpiter. Recordemos que ambos astros son los dos grandes colosos del sistema solar, con lo que tanto el trígono como la cuadratura entre ellos posee una gran fuerza, en el primer caso como expansión y, en el segundo, como desgaste de energías y ambición.
En el ejemplo se trata de un trígono, con lo que se presume que la individualidad (Sol) gana en anclaje y respetabilidad social (Júpiter), al igual que en vitalidad y poder de mando organizativo (Júpiter). La diferencia con la cuadratura es que la moral y la ética (Júpiter) se basan en la verdad, la nobleza y el amplio corazón (Sol), pero no en el orgullo, el egocentrismo, las autoglorificaciones ni los afanes de imperio narcisista (Sol con cuadratura).
La importancia de este trígono en el horóscopo aumenta porque el Sol se sitúa en la casa X que, como sabemos, posee importantes atributos en relación con el ascenso social, la vocación profesional y el futuro que se va labrando la persona con su voluntad (sector X… signo 10… Saturno). Es evidente que un trígono entre los dos grandes expansores del zodíaco tiene mucho que decir en la casa X.
Recordemos que también esta casa se conecta con planes a medio y a largo plazo, por lo que ese sector terrestre genera algo así como un surco de malas o buenas realizaciones en el ser humano. Es donde ponemos nuestras miras en relación con la dimensión espaciotiempo y donde esa batalla con Cronos se lleva a cabo.
PERSONALIDAD
Sabemos que se refiere a la personalidad psico-afectiva, o a la estructura astral- emocional.
La Luna se localiza en el signo del Carnero, la cual es ya una posición estudiada en la figura E-11. En líneas generales, se produce un apasionamiento (Carnero) de las reacciones afectivas naturales o innatas (Luna), que se puede derivar tanto hacia lo afectivo sacrificado como a lo susceptible irritable.
Su posición a un grado de la cúspide de la casa IX significa que lo romántico, hogareño y emocional se encuentra por lo general idealizado. A la vez, como el astro lunar todavía está en el último grado de la casa VIII, esas idealizaciones afectivas (Luna conjunta a la cúspide IX) sufren crisis o transformaciones fuertes, con posibilidad hacia lo evolutivo como a lo degenerativo (casa VIII).
Lo más trabajoso de interpretar en este caso es el abundante concierto de aspectos que posee la Luna, concretamente con cuadratura a Mercurio, trígono a Marte y Plutón, así como en conjunción con Venus.
La conjunción con Venus situado en el mismo signo del Carnero da un carácter sensual-romántico a las fogosas idealizaciones (casa IX). Supongamos que se trata de un varón nacido en el año 1.954. Él tendrá una inclinación marcada a ser un platónico sensual- afectivo innato (Luna conjunción Venus en casa IX), siempre con un tinte apasionado (conjunción en el Carnero). Esa conjunción Luna-Venus en la casa IX significa que él tenderá a encontrar su pareja ideal siempre más lejos (casa IX), tanto en lo mental como en lo real.
Por ello es perfectamente factible que tal cuestión se vaya a producir precisamente en el extranjero, con una persona extranjera o con alguien que cumpla con los requisitos de ser una pareja afín a su concepto mental (casa IX). Ello se debe a que en la carta natal de un hombre, como hemos estudiado, Venus posee analogía con la esposa o la novia, aunque tal asunto depende de que se confirme con otros factores.
A la vez, la Luna tiene relación para un hombre con el arquetipo en general de lo femenino, lo cual se puede concretizar en la madre o en las mujeres o personajes femeninos en general.
Los trígonos que la Luna toma de Marte y Plutón no cabe duda de que fortalecen enormemente la estructura psíquica de este señor, pues ellos son planetas que polarizan mucho con la característica subjetividad del astro lunar. Así, su manera de realizar la “digestión psíquica” de las experiencias emocionales es mediante la reacción pronta y definida (Marte), al igual que transformando de raíz todo aquello que en las vivencias emocionales sea necesario (Plutón trígono a Luna).
El trígono de Marte a la Luna produce ciertamente un fortalecimiento afectivo, por lo que se puede hablar de romanticismo (Luna) luchador (Marte) o de comportamientos naturales emotivos (Luna) muy directos, fuertes y definidos (Marte). Hay una clara conexión entre la imaginación y la acción, pues una a la otra se apoyan.
El trígono que capta la Luna del astro plutoniano hace que sea perfectamente posible para esta persona lo que podríamos llamar la “integración y la autointegración (Plutón) psico-afectiva (Luna)”, con claras repercusiones en las experiencias familiares y románticas (Luna). Hagamos un repaso mental del hecho de que Plutón tanto puede significar la marginación y el roce conflictivo con el ambiente, como lo mismo en cuanto al yo interior, que entonces se vería poco cohesionado consigo mismo.
Obviamente, nos encontramos ante un caso totalmente opuesto, pues hablamos de un trígono y no de cuadraturas. Así, se puede decir que existe una gran capacidad por parte de este hombre de asimilar y renovar internamente (Plutón) el registro de las experiencias psíquicas o astrales (Luna), con lo que no se producirán estancamientos o estados internos degenerativos morbosos (Plutón) en el plano astral (Luna).
Ello es debido a que Plutón rige las funciones de la autodefensa del organismo y de la excreción, pero, por ley de analogía, se puede traspolar esto al nivel astral. De tal manera, sucede que esta persona sabe eliminar y defenderse de estados obscuros psíquicos (Plutón mal aspectado), aprovechando las experiencias afectivas perfectamente como medio de autorrealización (Plutón trígono a Luna).
Por último, hemos de comentar lo que respecta a la cuadratura que la Luna recibe de Mercurio. Siempre en una cuadratura tal, se ha de visualizar a efectos de la interpretación que la Luna y Mercurio son respectivamente el primer y el segundo planeta más rápidos del sistema solar astrológico. De este modo, en algunos momentos se puede dar la superficialidad (Mercurio) afectiva (Luna).
Pero, por sentido común, ello no va de acuerdo con la profundidad y ahondamiento psíquico que genera el trígono de Plutón a la Luna, con lo cual hemos de afinar un poco más para no hacer una interpretación demasiado simplificada de los aspectos de la Luna, lo cual claramente nos conduce a contradicción. Esta lectura errónea se produciría si vemos los aspectos de la Luna de uno en uno pero desconectados entre sí.
La propia cuadratura de Mercurio a Luna nos da la solución a este pequeño dilema, que en realidad es importante si entendemos que se puede traspolar a otros muchos casos similares. La solución se halla en el hecho de que Mercurio en cuadratura nos remite a desbalances del sistema nervioso, a prisas, a dispersión, etc.
Así, esa superficialidad de los estados emocionales (Mercurio cuadratura Luna) se genera cuando la persona se encuentra inmersa en fases de nerviosismo, dispersión afectiva, etc. En cambio, cuando esta persona vence la tendencia al pluriempleo afectivo (Mercurio cuadratura Luna) y se coloca en una onda de definición y autocontrol interno (Marte y Plutón trígono a Luna), llega a ser mucho más profundo (Plutón) y seguro (Marte) desde el punto de vista de las funciones de la Luna.
En resumen, la cuadratura que recibe la Luna de Mercurio genera cierta disonancia entre las facultades imaginativas (Luna) y las lógicas (Mercurio), con lo que en ocasiones tropiezan unas con otras. Otro de los efectos característicos de esta cuadratura es que la personalidad psico-afectiva (Luna) se puede magnetizar de la cierta frialdad de Mercurio en su vertiente desarmónica.
Tampoco debemos de olvidar que un planeta que posee a la vez aspectos armónicos y desarmónicos representa también experiencias en distintos momentos del tiempo. Ello es lógico, ya que se trata de una carta natal, es decir, de un panorama amplio y general de los ciclos o biorritmos de la persona a lo largo de toda su vida.
En el caso en concreto que tratamos, sucede que al ser tanto la Luna como Mercurio afines a edades jóvenes, nos puede estar indicando esta cuadratura que la persona manifiesta un lapso de tiempo en la juventud en el cual sus ideales de tipo romántico (Luna en conjunción con cúspide IX) son un tanto infantiles y volubles (Mercurio cuadratura a Luna).
A la vez, la presencia de la Luna en el último grado de la casa VIII significa que en un momento dado se genera una gran metamorfosis (casa VIII), con lo que se pasa a otra época en la cual la personalidad anímica (Luna) se encuentra mucho más definida y madura (trígonos de Marte y Plutón a la Luna).
CONDUCTAS CONSCIENTES
El punto ascendente se localiza en el signo del Cangrejo, pero ya habíamos dicho que es importante considerar al sector zodiacal leonino interceptado en la casa I.
Según lo visto hasta ahora, el signo del ascendente en el Cangrejo marcaría unas conductas hogareñas, sensibles, sentimentalonas, susceptibles, subjetivas, interiorizadas, llenas de dulzura, en conchadas en sí mismas, etc.
Todo ello se ha de ver, claro está, en comunión con las cualidades del signo interceptado en la casa I de esta carta astral. Tal como lo habíamos indicado, el signo interceptado marca conductas o efectos menos visibles en relación con los temas de esa casa. Expresado de otra forma, indica aspectos más velados o menos perceptibles, los cuales se encuentran “camuflados” detrás del signo que se localiza en la cúspide de esa misma casa.
Aquí nos encontramos con una persona que posee el signo solar en aire (intelectual) y que ve aumentada su sensibilidad emotiva gracias al ascendente en el Cangrejo. Pero, simultáneamente, este individuo posee una mayor capacidad realizadora (León) de lo que aparenta a primera vista como, igualmente, puede tener un ego mucho más inflado (León) de lo que se suponía.
Por ello resulta una combinación peculiar, pues hay una entremezcla entre la pasividad canceriana y los arranques expansivos determinados por el signo del León interceptado. En cuanto a los regentes y corregentes natales de este horóscopo, hemos de hacer algunas consideraciones generales al respecto.
EXPLICACIONES GENERALES
Hemos dicho hasta ahora que se entiende como regente natal al regente del signo ascendente, mientras que el corregente natal es el corregente del signo ascendente, cuando este último es el Escorpión, el Aguador o los Peces.
Ahora vamos a ampliar la idea del corregente natal porque, si bien en cuanto al regente natal siempre es igual, puede haber, en cambio, varios corregentes natales. El caso que estamos estudiando sirve de ejemplo.
Haciendo un resumen de las posibilidades, los corregentes natales se dan en los siguientes casos:
A.
El corregente del signo ascendente. Es el ejemplo que hasta ahora conocíamos.
B.
El regente -y corregente si lo tuviera- del signo interceptado en la casa I (cuando ello se produce).
C.
Los planetas presentes en la casa I o en la XII en conjunción bastante cerrada con el punto ascendente.
Este tipo de corregente natal lo podríamos considerar a partir de una conjunción de 5º o menos. Recordemos que el punto ascendente es un segmento especialmente sensible de la carta astral y muy en relación (determinado) con el yo de la persona.
CONTINUACIÓN DE LA FIGURA E-14
En el caso que investigamos ahora existen varios corregentes natales. El regente natal es la Luna, mientras que el Sol se constituye en corregente natal. A Plutón no se le puede entender como segundo corregente natal debido a que se encuentra a 9º del punto ascendente.
Referente a la Luna ya hemos hablado, aunque es evidente que su doble determinación hacia el yo le va a destacar aún más en el estudio de éste. Ello se debe a que la Luna está dos veces determinada hacia la casa I, primero por su propia analogía y, segundo, por ser regente natal. Así, predomina en buena parte de las conductas de esta persona la sensibilidad apasionada (Luna en el Carnero) e idealizada (en casa IX).
También debido a la situación de la Luna en casa IX, sucede que en un momento determinado de la vida ese idealismo emocional conduce a un decidido desplazamiento al extranjero, pues la casa IX se conecta con el mundo de los viajes largos, a la vez que la Luna recibe dos trígonos de los enérgicos Marte y Plutón.
También el Sol había sido analizado, pero es evidente que ahora le pasa lo mismo que a la Luna, pues su determinación hacia el yo aumenta, ya que aparte de su analogía esencial (individualidad) se constituye en corregente natal.
Por esa doble determinación del Sol hacia el yo, la posición en casa de este astro resulta de especial importancia para el desarrollo del yo individual, así como uno de los escenarios más importantes donde la persona coloca sus energías vitales.
Es evidente que la situación del Sol en cercanía al signo del Toro y, a la vez, en casa X, genera una tendencia geminiana bastante centrada en la expansión material (trígono de Júpiter).
Ahora nos resta hacer un desarrollo de los planetas presentes en la casa I, que son concretamente Plutón y Marte.
Plutón en el signo del León se localiza en exaltación, con lo que podemos hablar de energía interna (Plutón) vital abundante. Como sabemos, la posición plutoniana marca aquellas áreas de desarrollo externo y actitudes internas que maduran y transforman especialmente el carácter, tanto desde el punto de vista armónico (autorrealización consciente), como en lo que se refiere a vivencias duras y fuertes.
Así, la presencia del astro Plutón en el sector leonino hace que el poder, la expansión creativa, la superación del egocentrismo (León), etc. sean los aspectos más destacados de esa evolución interna, tanto si es “por las buenas” como “por las malas”.
En cuanto a aspectos astrológicos, Plutón posee una conjunción bastante próxima (a 4º) con Marte, con lo que evidentemente ésta es una unión planetaria muy fuerte, que da carácter y, simultáneamente, fuerza interior. Ahora lo que tenemos que definir es si esa energía se controla creativamente o si, por el contrario, se vierte en forma de instintos pasionales.
Plutón recibe de la Luna un trígono y de Saturno una cuadratura. Así, parece que el desarrollo interno de esta persona (Plutón) es más fluido en lo que se refiere a la sensibilidad, el romanticismo, las ilusiones (trígono de la Luna), etc.
En cambio, en lo que respecta al mundo de la calle, de las resistencias y los retardos de la materia, no sucede lo mismo, pues Plutón capta de Saturno una cuadratura que crea conflictos o rozamientos internos. Tales roces interiores (Plutón) son en relación con todo aquello que conlleve disciplina en lo material, puntualidad, plazos para el cumplimiento de obligaciones (cuadratura de Saturno), etc.
Por supuesto que podemos entender que existe capacidad de reacción por causa de la conjunción Plutón-Marte, lo cual será probablemente la llave que conduzca a la bien asentada posición profesional que se observa por el Sol con trígono de Júpiter en la casa X.
Es claro que la presencia de Plutón y Marte en el signo del León aumenta las capacidades realizadoras, especialmente a la hora de mandar y hacer cosas de cierta envergadura. A la vez, se puede entender que las cuadraturas que ambos reciben de Saturno indican inapetencia por las cuestiones concretas, rutinarias o, simplemente, de largo y retardado proceso.
Tampoco se puede obviar el hecho de que tanto Saturno como Marte y Plutón son planetas que en estado desarmónico generan problemas fuertes y, diríamos, tajantes. La casa I no sólo representa las conductas, como sabemos, sino en general el yo, con lo que la cuadratura de Saturno puede significar en un momento determinado un corte a la vitalidad o a la creatividad impulsiva de la conjunción Plutón-Marte en el León.
De ahí, se observa una época en la vida en la cual existe bastante tendencia a comportarse de manera tajante y dura (Saturno cuadratura a Marte). Es muy figurativo entender estas cuadraturas de Saturno a los dos planetas de la casa I como un verdadero golpe de látigo.
Ya que de momento no sabemos dónde se localiza el planeta que lanza las cuadraturas (Saturno), no podemos saber si hay factores ambientales al respecto que generan ese proceso, pero lo que nos interesa conocer ahora es que ello posee una repercusión importante en el área de las conductas del yo.
Se debe de observar que Marte goza de un trígono que Plutón no posee y que es concretamente con Venus. Por tanto, este astro recibe aspecto armónico fuerte de dos planetas fundamentalmente femeninos y suavizadores: Venus y la Luna desde la casa IX. Ello es evidentemente muy polarizador y algo así como una medicina a las cuadraturas de Saturno.
Parece lógico pensar que esta medicina va a venir de un romance y, quizás, del establecimiento de un hogar posteriormente. Se trata de experiencias felices en relación con el extranjero o con la apertura de una nueva vida con más amplios horizontes (casa IX). Al tratarse de la carta astral de un hombre es evidente que hablamos de una relación amorosa que sirve para abrir nuevas experiencias más dulces y felices.
CONDUCTAS SUBCONSCIENTES
En este caso solo localizamos al signo del Cangrejo presente en esta casa pues, tal como observamos, no hay ningún planeta en ella.
El signo del Cangrejo en cuanto a las conductas subconscientes marca tendencias a la vida hogareña y al romanticismo, pero, al ser también este el signo ascendente, evidentemente serán inclinaciones relativamente conocidas por la propia persona, es decir, de fácil registro por su conciencia.
Ejemplo: Mujer de 1.950 Ascendente en el León
Nos encontramos con un ejemplo de una mujer de 1.950.
El signo ascendente se localiza en el León.
INDIVIDUALIDAD
El Sol cae en el signo del Macho Cabrío, con lo que está en el área de fuerza de un sector zodiacal marcado por ser de tierra y cardinal.
Recordemos además que la palabra clave de este signo es YO USO.
El Sol en el Macho Cabrío adquiere cualidades de esfuerzos sostenidos en el tiempo, con capacidad de iniciativa, ya que se trata de un signo cardinal. Pero hemos de entender que esta iniciativa o empuje se encuentra muy ligada al componente Cronos, es decir, al tiempo. No se trata de un impulso que se genera y que rápidamente llega a su punto álgido, bien para recoger resultados o para recibir fracasos.
Se trata del esfuerzo de la voluntad que posee un desarrollo a medio y largo plazo, con lo que resulta un tipo de dinamismo y de iniciativa que se va conformando como un largo surco y continuado surco. Este surco a veces sortea estratégicamente los obstáculos, sobre todo cuando estos forzarían a una lucha cuerpo a cuerpo cuyo ganador se decidiría rápidamente.
Este tipo de batallas no solo no son del agrado del capricorniano, sino que constituyen algo a evitar diplomáticamente.
Esta trayectoria capricorniana precisa ser lenta entre otras cosas debido al factor control, que se basa en el hecho de que lo conseguido nunca se escape o se difumine.
La posición del Sol en el Macho Cabrío, concretamente en la casa V hace que, en principio, de acuerdo a la tendencia creativa de este sector terrestre, esta persona tenga no solo la faceta capricorniana citada sino también una inclinación esencial a generar y crear.
Los aspectos que posee el Sol son una cuadratura con la Luna y un trígono con Marte.
La cuadratura de la Luna al Sol es un aspecto astrológico doblemente determinado hacia el yo, pues ambos astros lo están a su vez por su analogía esencial. Veamos ahora qué genera esta relación astrológica desarmónica desde el punto de vista del Sol.
Es evidente que las cualidades desarmónicas de la Luna “marean” un tanto a la individualidad solar: pereza, apatía, cierta timidez, romanticismo imaginativo que no aterriza, etc. Estudiemos a continuación qué sucede con este aspecto en relación con la casa V, que es donde se localiza el Sol.
Ocurre que este sector terrestre se encuentra en analogía con las relaciones afectivas en general, especialmente las no matrimoniales, por lo que una cuadratura de la Luna en el caso de una mujer posee un efecto especial. Así, generará cierta introversión y melancolía en las cuestiones amorosas, con lo que algunas ilusiones (Luna) no llegarán a realizarse (Sol).
En la relación con los hijos (casa V), se puede dar tanto una cierta rigidez capricorniana (Sol en signo 10) como el sentimentalismo de la Luna. Este último atributo hace que a veces se pierda la relación de tipo esencial (solar) con los hijos (Sol en casa V), debido quizás a la inconstancia en las reacciones afectivas por parte de la interpretada (cuadratura de la Luna hacia la casa V).
En lo anteriormente comentado, nos hemos de dar cuenta de que se ha hablado de defectos o déficits en conexión con la casa V, los cuales se deben fundamentalmente a la propia persona.
Ello es porque estamos hablando de un aspecto astrológico que se conecta directamente con el representante de la individualidad. Ello no quita que a través del Sol se pueda llegar a otras conclusiones de tipo “ambiental” referentes a la casa V, por ejemplo en relación con el temperamento de los hijos, pero por el momento ello no entra en la fase de estudio en la cual nos encontramos.
Pasemos ahora al trígono que Marte lanza al Sol. Ello sin duda equilibra bastante esa cierta inclinación a los “cambios climáticos en los estados de ánimo” (cuadratura de la Luna).
Tal compensación se debe a que la individualidad reacciona adecuadamente y se manifiesta activa y directamente cuando es necesario acometer algo con riesgo (trígono de Marte). Por sentido común, esto genera ciertamente un balance interesante de la cuadratura lunar.
La proyección de este trígono se hace extensiva a todos los asuntos propios del quinto sector terrestre. Por ejemplo, en relación con los amores (casa V), llega un momento en que la individualidad (Sol) se planta y reacciona (trígono de Marte), saliendo de la tal apatía melancólica (cuadratura de la Luna).
Con relación a los hijos, la melancolía (cuadratura de la Luna) se puede superar por una relación más espontánea y de tú a tú (trígono de Marte). Así, en ese campo se neutraliza bastante la flojera de la cuadratura de la Luna y esta mujer es capaz de proporcionar a sus hijos una educación vital, definida y disciplinada (trígono de Marte).
PERSONALIDAD
Referente al dominio psico-afectivo, encontramos a la Luna en el signo de la Balanza en casa II y con 4 aspectos astrológicos, lo cual hace que su influencia sea variopinta y de peso específico grande.
La Luna en la Balanza polariza la fuerza más bien poco social del Sol en el Macho Cabrío, pues generará mayor afinidad psíquica (Luna) con la colaboración, las relaciones humanas (La Balanza), etc.
En cuanto a la posición de la Luna en la Balanza en la casa II, se puede presuponer que las entradas económicas van en relación con el público (Luna), siendo a la vez fundamental todo el campo de las relaciones humanas (Luna en la Balanza).
La imagen personal, la estética, el buen gusto, los modales y las formas de expresión agradables (Luna en la Balanza) son otros puntos básicos a conservar en todo lo relacionado con las bases materiales (casa II).
Veamos ahora qué sucede con la cuadratura del Sol a la Luna vista en este sentido. Puede dar lugar a soberbia y autosuficiencia (Sol en cuadratura) desde el punto de vista psíquico (Luna). Considerando la posición en casa, sucede que esa cierta altanería puede conducir a la búsqueda del poder (Sol) y la popularidad (Luna) de manera un tanto excesiva y materialista (casa II), con lo que la personalidad psíquica (Luna) se infla bastante (cuadratura del Sol).
La cuadratura que recibe la Luna de Urano representa una clarísima inclinación al manejo excéntrico e independiente (cuadratura de Urano) de los recursos materiales (casa II).
Así, se puede hablar de ciertos caprichos y esnobismos (Luna con cuadratura de Urano), tendentes a dar una imagen diferente de la media (Urano). Lo que sucede al tratarse de una cuadratura es que la persona pretende esto con modos algo estrafalarios y alocados (cuadratura de Urano).
Ahora nos resta estudiar los dos trígonos que posee la Luna, los cuales equilibran en algunos aspectos lo anteriormente mencionado, tanto en cuanto a la personalidad psico-afectiva en general (Luna) como en lo que respecta a la posición en la casa II (asuntos materiales).
El trígono de Mercurio hace que exista un desarrollo bastante marcado en lo que se refiere a las posibilidades comunicativas (Mercurio), especialmente en el mundo de los afectos y la sensibilidad humana (Luna).
Es decir, se trata de una manera de comunicarse muy marcada por el lenguaje (Mercurio) lleno de imaginación y dulzura (Luna), así como la posibilidad de establecer relaciones de amistad (Mercurio) bastante íntimas y que llegan en lo afectivo (Luna).
En el ámbito de la casa II, no cabe duda de que este trígono de Mercurio a Luna genera efectos muy relevantes. Al ser el astro mercuriano el que está relacionado con el pequeño y el mediano comercio, ocurre que existe una gran capacidad de intercambio (Mercurio) con el público (Luna).
La Luna capta también un trígono de Venus, con lo que la tendencia artística, sensual, estética, de imagen atractiva, etc. aumenta notablemente.
Desde el punto de vista de la personalidad psico-afectiva (Luna), este trígono produce un efecto interesante, para una mujer especialmente. Sabemos que Venus se conecta con la función psicológica de la sensualidad y el amor, mientras que la Luna se liga más que nada al afecto familiar y maternal. Por ello, una buena relación armónica entre los dos planetas significa que existe armonía entre ambas facetas femeninas.
Desde el ángulo de los manejos materiales, el trígono de Venus a la Luna da un gusto especial por todo lo cómodo y a la vez artístico, con lo que la persona se rodeará de elementos bellos que la eleven psíquicamente (trígono de Venus a la Luna).
Como resumen a la faceta material de la Luna en la casa II, se puede decir que alguna iniciativa un tanto individualista de especulación económica (cuadratura del Sol desde la casa V) puede quedar aguada (Luna). A la vez, existe fuga de dinero por caprichos excéntricos (Luna con cuadratura de Urano). Los puntos a favor están en que las cualidades comunicativas con la gente son enormes (Mercurio trígono a la Luna), al mismo tiempo que el exquisito gusto y la imagen personal (trígono de Venus a la Luna) destacan brillantemente.
CONDUCTAS CONSCIENTES
El signo ascendente está en el León, lo que conlleva algunos aspectos que pueden mejorar a la posición del Sol en el Macho Cabrío, pero otros puntos podrían ser perjudiciales.
En el primer caso, encontramos el hecho de que la mayor magnanimidad y nobleza del León, así como su expansión creativa, constituyen una disminución de la faceta interesada y materialista del Macho Cabrío mal concertado. Por el contrario, el León podría añadir más ambición a la fuerza capricorniana.
El regente natal es el Sol, con lo que este planeta astrológico se encuentra de forma triple determinado hacia el yo debido a: ser el Sol, poseer un aspecto con la Luna y porque es el regente natal.
Esta triple determinación del Sol hacia el yo nos da a entender que todo lo que a través de él podamos estudiar, nos hace profundizar más y más en cuestiones relevantes del yo de la persona. Por ejemplo, esto es así en lo que respecta a que la casa en la que está presente el Sol gana aún más fuerza, por el hecho sencillo de que es ahí donde el individuo la proyecta.
Sabemos que los significados de una casa, por ejemplo de la V, son variados. Para saber cuáles se van a dar más en cada caso, lo averiguamos mediante los aspectos astrológicos que recibe el planeta allí presente. Concretando en nuestro ejemplo, el Sol recibe una cuadratura de la Luna, con lo que las cuestiones sentimentales propias de la casa V ganan especial relevancia.
Pero, por ejemplo, nos interesa saber si el significado de negocios, inversiones y especulaciones de la casa V va a estar en punta o no en este tema astral. El trígono que el Sol recibe de Marte no cabe duda de que da una buena base de partida pues genera la posibilidad, desde el punto de vista de la psicología esencial (Sol) de este ser, de asumir el riesgo de forma correcta y con toma de buenas decisiones (trígono de Marte).
Una mayor profundización en esta cuestión nos obligaría a adentrarnos en otro capítulo distinto de la técnica interpretativa, que es el del estudio de las experiencias externas o ambientales. A grandes rasgos, sí podemos atinar ahora a ver que la cuadratura que capta el Sol de la Luna presente en la casa II, provoca una mayor relación del Sol con las cuestiones económicas (cuadratura entre Luna en la II y Sol en la V). Acerca de esta cuadratura en relación con lo económico ya habíamos hablado antes.
Como consejo a esta persona, le podríamos decir que para desarrollar su creatividad en cuanto a negocios (Sol en casa V), debe de acentuar su aprendizaje en cómo ser centro o protagonista (función solar) en relación con el público (la Luna). Y, a la vez, es preciso que sepa adoptar la actitud más receptiva (Luna) cuando ello sea necesario. Por tanto, la cuadratura Sol-Luna supone, entre otras cosas, que a veces hay demasiado protagonismo y en otras ocasiones todo lo contrario:
se permanece pasivo (Luna) cuando es necesario dar a manifestar algo de la propia individualidad (Sol).
Otra recomendación en el mismo ámbito es que a la hora de tomar las decisiones de negocios no se ande con medias tintas, concentrando toda su energía creativa con fuerza en un punto (trígono de Marte al Sol). Así evitará las vagas ilusiones y las dudas psíquicas (Luna) de última hora propias de la cuadratura de la Luna al Sol.
Pasemos ahora, después de hacer este breve repaso al Sol como regente natal, a desarrollar la cuestión de los planetas presentes en la casa I.
La posición en una mujer de Saturno y Marte en la casa I hace que el carácter de ella sea bastante práctico y en ocasiones hasta duro. El hecho de que esto sea una virtud de las conductas o un defecto a solventar depende, como siempre, de los aspectos astrológicos de ambos planetas.
Comencemos con Marte. Su presencia en el signo de la Virgen hace que las mayores posibilidades de decisión (Marte) se produzcan cuando existe un análisis previo de la situación, pasándolo todo por el tamiz de la razón (Virgen). Por tanto, la planificación lógica de las propias energías es la clave para la adecuada autodirección del yo.
Marte posee una conjunción con Saturno, con lo cual el factor control en las nuevas iniciativas (Marte) aumenta notablemente. El trígono que recibe Marte del Sol hace que a partir de un momento determinado en la vida, esta persona sea totalmente apta para las decisiones (Marte) de cierta envergadura social (Sol).
Saturno en la casa I refuerza nítidamente la energía capricorniana focalizada mediante el Sol. Por tanto, nos encontramos con una persona que posee en términos generales bastante realismo, prudencia y perseverancia.
El trígono que recibe Saturno de Júpiter realiza algo importante: el hecho de que el peso específico saturniano no impide, sino todo lo contrario, la expansión en general (Júpiter). De este modo, se genera algo así como un optimismo realista. Desde el ángulo más interno, el trígono entre Saturno y Júpiter genera una buena y equitativa comunión entre el practicismo (Saturno) y los valores éticos de altura (Júpiter).
Este aspecto es muy importante para equilibrar el carácter y las conductas pues, debido a la posición de Saturno y Marte en la Virgen, se podría llegar a un panorama psicológico bastante frío e interesado, o incluso arisco, por causa de un pragmatismo exacerbado. Al existir un trígono del Sol a Marte y otro de Júpiter a Saturno, ocurre algo evidente: se combina la necesidad terrestre de ir sobre seguro estableciendo unas rutinas de acción, con la espontaneidad expansiva propia del Sol y de Júpiter.
CONDUCTAS SUBCONSCIENTES
Se encuentran regidas sobre todo por la presencia de Plutón en el León en la casa XII.
En tal signo, Plutón se localiza en exaltación, con lo que las energías internas son abundantes y con posibilidades de generación. Plutón, a la vez, indica los puntos del carácter y las experiencias que generan un mayor desarrollo personal evolutivo como, en sentido desarmónico, aquellos focos instintivos que pueden sumir al ser en episodios pasionales y obscuros. En este último caso serían de forma predominante aquellos en relación con el León: soberbia, infidelidad, egolatría, búsqueda del poder animalizado, y otros.
Como en la presente posición Plutón se localiza en un estado cósmico medio-alto (debido a su exaltación y al sextil con Neptuno), tenemos que hablar más bien de potencialidades subconscientes (casa XII) inclinadas al autodesarrollo personal y al descubrimiento de tesoros internos (Plutón). El sextil que toma Plutón de Neptuno indica con claridad la conveniencia de realizar algún tipo de actividad mística (Neptuno) para que esas facultades interiores (Plutón) se desarrollen con más facilidad.
Ejemplo: Sol en Gemelos – Luna y Ascendente en el Cangrejo
Nuestro siguiente ejemplo es de una carta astral con el Sol en el signo de los Gemelos, estando la Luna y el ascendente en el Cangrejo. Se corresponde a un varón nacido en el año 1.961.
INDIVIDUALIDAD
El Sol está en el sector geminiano, sobre el cual ya conocemos todo lo fundamental.
Esto marca una dirección determinada en cuanto al cariz de la individualidad, pero sabemos que con esto sucede como con los embudos: al principio son muy anchos, pero luego se estrechan de manera progresiva. Es un modo de decir que hay ciertas cualidades generales afines, por ejemplo, al Sol en los Gemelos, pero ha de ser a través de la posterior interpretación más completa como vamos a ir definiendo mucho más.
De entrada, es lógico pensar que la posición del signo ascendente en la Virgen aumenta la tónica intelectual de esta persona, pero veremos a continuación como existen otras dos facetas muy relevantes en ella.
El Sol posee una cuadratura con Marte, con lo que se presume que el factor agresivo e impulsivo (Marte) se manifiesta especialmente desde la psicología esencial de la persona (Sol).
Existen muchos tipos de agresividad, desde la física a la emocional, pasando por la verbal o, incluso, la autoagresividad. Por ello, dependiendo de la posición de un Marte desarmónico en signo y de los planetas con los que tiene cuadratura, podemos especificar mucho más, no solo desde el punto de vista teórico sino desde el práctico. Pero esto lo dejamos para después, cuando hablemos del Marte presente en este horóscopo en la casa I.
Ahora a nosotros nos interesa concretamente la cuadratura que recibe el Sol de Marte. Esta hace que la expansión del ego esencial (Sol) sea definida pero excesivamente brusca (Marte).
Es decir, la proyección de las energías vitales fundamentales (Sol) es demasiado tajante (Marte) y, por ello, se tiende a marcar extremos arriesgados (Marte) en la trayectoria vital (Sol). Ello hará que los fracasos por falta de control de la propia vitalidad estén en un alto porcentaje probable.
Desde el punto de vista de la psicología trascendental aplicada y de la astropsicología, es evidente que la práctica de deportes intensos, pero no violentos ni arriesgados -afines a Marte bien aspectado- es una de las principales válvulas de escape en este caso.
La posición del Sol en conjunción exacta con el MC (medio del cielo) es algo que merece una consideración especial, no solo en este caso, sino como punto de partida de una explicación complementaria al respecto.
Nosotros ya habíamos incidido en el tema de los “planetas en elevación” y, obviamente, este Sol es un caso muy claro de astro en elevación exacta o en total elevación, pues su conjunción con el MC es partil. Se había explicado que el planeta en elevación gana en fuerza porque se constituye en algo así como una lámpara o faro en la vida de la persona.
Es evidente que en este caso el Sol queda mejorado por su elevación, pero tampoco se ha de olvidar que el único aspecto que él recibe es la cuadratura con Marte, por lo que esa relación planetaria desarmónica también gana en fuerza, no solo ya por ser sobre el Sol, sino por el hecho de que cae sobre el astro en máxima elevación.
EXPLICACIÓN COMPLEMENTARIA
Hay un concepto astrológico que es el de “planetas y signos angulares”. Este se basa en las casas angulares, que son la I (el yo), la IV (el hogar y los ancestros psíquicos), la VII (las asociaciones y el matrimonio) y la X (el progreso social, la vocación y las realizaciones concretas).
Haciendo un repaso a esos cuatro sectores astrológicos, recordamos que ellos son de especial relevancia en la vida de una persona. Dicho de otra manera, estas casas constituyen 4 fuentes de experiencia capital en la existencia humana y, de ahí, el término angular, el cual supone que el horóscopo se sustenta sobre cuatro pilares o “esquinas” angulares.
Por otro lado, sabemos que las casas angulares poseen más fuerza que las restantes, pues marcan “el inicio de”, debido a que se corresponden por relación astrobiológica con los signos cardinales (1, 5, 8 y 10).
Pero ahora no pretendemos desarrollar el tema de las casas angulares, pues ello ya lo hemos hecho. Se trata de comprender la importancia que poseen los dos siguientes factores:
A.
Los signos zodiacales que se sitúan en la cúspide del AC, el DC, el MC y el FC. Esto para nosotros no es del todo nuevo, pues ya venimos desde hace un tiempo comprobando y aplicando la importancia que toma el signo zodiacal presente en la cúspide de la casa I (casa cardinal), llamado el signo ascendente.
El signo que se ubica en el MC marca la proyección social, la vocacional y el surco de las realizaciones concretas.
El signo que se sitúa en la cúspide de la casa VII habla del escenario general de las asociaciones y el matrimonio.
El signo colocado en la cúspide de la casa IV expresa la generalidad de las experiencias de la primera parte de la vida y habla acerca de los ancestros psíquicos.
B.
Los planetas en conjunción con cualquiera de los cuatro puntos cardinales, es decir, a menos de 9º de alguno de ellos. Es evidente que cuanto más cerrada o próxima al aspecto exacto sea esa conjunción, mayor relevancia tendrá el planeta en relación con ese punto cardinal.
Aquí se da un proceso interesante y es el que tenemos que discernir partiendo de la posición en casa del planeta y no solo de su conjunción con un punto cardinal en cuestión.
Es decir, no es lo mismo que un astro dado esté en conjunción con el MC, estando situado en la casa X que en la IX. Si se localiza en la décima casa, se orientará sobre todo al desarrollo social (MC) partiendo de los objetivos prácticos (casa X); mientras que si se sitúa en conjunción con el MC pero desde la casa IX, sucede que los viajes y la filosofía de la vida son los que influyen mayormente en el desarrollo de las “futuras concreciones”.
En cuanto a esta última expresión, no olvidemos que si la casa IV es de donde venimos, la X es hacia donde vamos.
Si un planeta está en conjunción con el DC y situado en la casa VII, es evidente que las experiencias “con los otros” (DC) son más que nada de asociación, bien sea de intereses materiales o bien de unión afectiva. Si, por el contrario, el planeta está en la casa VI y en conjunción con el DC, las vivencias de cooperación se localizan especialmente en el ambiente del trabajo personal (empleos, compañeros laborales, jefes y subalternos, sueldos, etc.).
Si un astro se sitúa en conjunción con el FC desde la casa III, este lo que más remarca en cuanto a la influencia kármica del pasado (FC) es lo conectado con la educación y la formación de la mente concreta (casa III). En la situación de conjunción con el FC partiendo del sector terrestre IV, el planeta expresa sobre todo vivencias en analogía con el pasado kármico (FC) relacionadas con el hogar paterno y el ambiente general del lugar natal.
En relación con el punto AC partiendo de la casa I o de la XII, ya se ha explicado anteriormente.
CONTINUACIÓN DE LA FIGURA E-16
El Sol se encuentra colocado en conjunción exacta con el MC con lo que, aun cuando su mayor fuerza es en conexión con la casa X, también posee un hilo de fusión con la IX, por estar a menos de tres grados de la cúspide X. Así, la abrupta impulsividad de la cuadratura de Marte al Sol se constituye en algo que marca la generalidad de la trayectoria futura o surco vital (MC) en dos cuestiones fundamentales: realizaciones concretas y experiencias públicas (casa X), así como la forma de ver las cosas en general (casa IX).
Hablábamos también antes de nuestra explicación complementaria acerca de los distintos tipos de agresividad. En el caso que estudiamos, el desborde de la energía vital (Sol) en las acciones (Marte) sucede especialmente en cuanto a áreas geminianas (Sol en los Gemelos), como pueden ser: comunicación cotidiana, intercambios, pensamiento concreto, etc. En esas áreas suele haber desavenencias, exceso de competencia y algo de arrogancia autoritaria (Sol con cuadratura de Marte).
PERSONALIDAD
La Luna se encuentra en el signo del Cangrejo en domicilio, con lo que en principio se encuentra fortalecida. A la vez está presente en la casa X en conjunción con Mercurio, cuadratura con Marte y trígono con Neptuno. Veamos qué significa todo esto.
Ya habíamos comentado que cuando un factor astrológico se presenta relacionado con otro muy distante de él, se generan mayores dificultades en la interpretación. Este es el caso de la Luna en el Cangrejo en la casa X.
Notamos que la posición de la Luna en el Cangrejo afina en principio mucho más con lo íntimo, familiar y subjetivo, mientras que la casa X se asemeja como eminentemente externa y cara al público. Entonces, ¿qué sucede en este caso?.
Una primera posibilidad es lo que se refiere a la profesión (casa X), la cual puede estar conectada con asuntos regidos por la Luna en el Cangrejo, los cuales pueden estar en analogía con el mundo de la mujer, con los niños, la alimentación, etc.
Una segunda opción es que la expansión social y las metas concretas a medio y a largo plazo (casa X) se encuentren ligadas de forma radical a la familia, especialmente la paterna (Luna en el Cangrejo). Ello, por supuesto, puede ser tanto para bien como para mal.
Ya que la casa X es la relacionada con lo público, un tercer matiz se conectaría con el hecho de que la experiencia familiar (Luna en el Cangrejo) permanece como pública o a la vista de la sociedad (casa X).
Desde la perspectiva de la personalidad psico-afectiva (Luna), la proyección externa (casa X) de esta persona se basa en la relación sensible, algo tímida y llena de ilusión (Luna en el Cangrejo). Podemos añadir que en lo que respecta al planteamiento de metas a medio y largo plazo (casa X), esta persona tiende a trabajar por su futuro más que nada teniendo en cuenta los componentes de la Luna en el Cangrejo: familia, sentimientos, ilusiones, búsqueda de un ambiente de protección, etc.
Veamos ahora los aspectos astrológicos del astro lunar. En primer lugar, posee una conjunción con Mercurio, lo cual puede aumentar la capacidad de expresión y comunicación social (Mercurio conjunto a Luna en casa X). A la vez, podría generar más inestabilidad y dispersión (Mercurio) en cuanto a los temas de la casa X. Mercurio añade un componente rápido y adaptable, como también la posibilidad de que el nerviosismo y el pluriempleo mental estropeen las iniciativas que requieren esfuerzo y continuidad (casa X).
Como podrá observar, aun cuando la conjunción en principio posee una tendencia armónica como aspecto en general, no terminamos de definirnos en este caso concreto hasta tener en consideración los demás aspectos astrológicos que reciben ambos planetas.
Esto es así por el hecho de que una conjunción es una unión y, hasta cierto punto, fusión de las energías planetarias que intervienen en ella. Por tanto, se ha de considerar el estado cósmico de los planetas que componen la conjunción, para terminar de decidirnos en cuanto a la índole de la unión entre ellos (conjunción).
La Luna recibe una cuadratura de Marte, el cual está situado en la casa I. Así, es evidente que este aspecto astrológico se encuentra doblemente determinado hacia el yo, pues va entre un planeta situado en la casa I y el astro que representa la personalidad psico-afectiva (Luna).
Ya hemos visto algún caso más en el que se daba la cuadratura Luna-Marte. Al estar la Luna en una casa social y de carácter público, es evidente que el ataque, el enfrentamiento u otro tipo de estímulos agresivos (Marte) en el ámbito profesional (casa X) puede ser de un efecto tremendo hacia la propia sensibilidad (cuadratura de Marte a Luna).
Claro que, al ser Marte un planeta directamente ligado al yo (presente en la casa I), no podemos decir que el problema sea sólo la “dureza del ambiente”. Por el contrario, hemos de pensar que en el propio individuo existe una fuerte inclinación hacia los actos desbalanceados y un tanto faltos de sentido común (Marte en la Balanza en la casa I).
Este es un nivel de interpretación en el cual hay que ir viendo los factores o componentes del yo de una manera interrelacionada, pero ello supone algo más de práctica en estas lides. Por este motivo, en ocasiones a usted quizás le haya podido dar la impresión de que la interpretación del yo era un tanto fraccionada, pero teníamos que hacerlo así por motivos obvios de pedagogía.
Este inconveniente lo hemos subsanado en parte gracias a los resúmenes globales que en los ejemplos precedentes hemos incluido al finalizar cada uno de ellos, o bien, haciendo síntesis parciales.
Ahora bien, hablábamos de que Marte, como planeta presente en la casa I, genera agresividad en el sujeto, parte de la cual proyecta hacia la casa X. Pero la gran paradoja es que su propia sensibilidad personal (Luna) se ve afectada por las consecuencias que la cuadratura de Marte produce.
Puede suceder, por ejemplo, que esos impulsos irritables (cuadratura de Marte) creen ciertos estropicios en los cuales la imagen y la protección social de la familia se vean afectadas (Luna en el Cangrejo en casa X con cuadratura de Marte). Así se genera una dinámica desarmoniosa entre la irreflexividad del yo (Marte en exilio en la Balanza con cuadratura a Luna) y los problemas afectivos que ello genera, especialmente en el nivel familiar (Luna en el Cangrejo con cuadratura de Marte).
En el enfoque de la Astrología Dinámica o de la Astropsicología Orientativa hemos comentado que, la más inmediata solución a los problemas que plantea un planeta con cuadratura, se encuentra en algún trígono que tenga ese astro.
Esto no quiere decir que las cuadraturas en sí no posean una polaridad en forma de solución, de salida del conflicto o de asimilación correcta de la experiencia. Es justamente lo contrario, tal como hemos indicado en el capítulo sobre la filosofía general de los aspectos astrológicos. Lo que sucede es que la solución que proporciona la cuadratura, que de alguna manera es la “gran solución”, requiere más esfuerzo y a veces tiempo en abundancia.
Veamos la solución o polaridad armónica que aquí representa el trígono que la Luna recibe de Neptuno. Por ahora no nos interesa saber donde se localiza Neptuno. Solo nos importa que el astro neptuniano se conecta exclusivamente con el área del yo a través de los trígonos que lanza a la Luna y al regente natal (Mercurio). Debido a ello, estos son los únicos datos que figuran en nuestro horóscopo de estudio.
Neptuno armónico representa, dicho de manera sintética, una conexión con elementos de los planos sutiles, especialmente los de polaridad yin, como es el caso del astral y del divino. Cuando hablamos de un trígono de Neptuno, hay algo ahí que significa protección desde esa perspectiva sutil.
Un trígono entre Neptuno y la Luna evidentemente posee un carisma aún más psíquico o místico, pues la Luna también tiene una faceta similar bien marcada. Así, podemos decir que algún elemento de carácter protector o espiritual viene a incidir directamente en el ámbito de la casa X, que es a donde llega el trígono del astro neptuniano, concretamente sobre la Luna.
Desde el punto de vista de la personalidad psico-afectiva (Luna), es evidente que hace aparición un elemento en el carácter que polariza mucho la cuadratura que el astro lunar recibe de Marte. Esa cualidad que se desarrolla es la de la fe, la inspiración y la fuerza basada en lo trascendental (Neptuno) y no en el bruto impulso (cuadratura de Marte).
Como experiencia intermedia para llegar a ese punto, probablemente la persona tenga que vivir algunas épocas de mayor intensidad interior (Neptuno trígono a Luna), aunque ello no parece que tenga que suponer un aislamiento de lo social. Veámoslo: Neptuno se proyecta armónicamente (trígono) sobre lo social (trígono sobre un planeta presente en la casa X).
CONDUCTAS CONSCIENTES
A este efecto hemos de considerar el signo ascendente (la Virgen), el regente natal (Mercurio) y el planeta presente en la casa I (Marte).
El signo ascendente en la Virgen aumenta la carga intelectual del Sol en los Gemelos, dando al yo mayor intelectualidad y dotes de comunicación como, también, más frialdad psíquica. A la vez, la fuerza virguiana da un tipo de mente con mayor repercusión en lo práctico y detallado. Todo esto se ha de ver, por supuesto, en relación con la posición del regente natal. Estudiémoslo.
Mercurio se localiza en el signo del Cangrejo, en conjunción con la Luna, cuadratura con Marte y trígono con Neptuno.
La posición de Mercurio en el Cangrejo como regente natal hace que exista una naturaleza con inclinación comunicativa (Mercurio como regente natal), pero de tipo afectivo, sensible y cambiante en relación con los estados de ánimo (Mercurio en el Cangrejo). Por tanto, hay una cercanía entre el pensamiento lógico y la mente concreta (Mercurio), con respecto a la imaginación y los diferentes estados psíquicos (Luna), con lo que ambos polos se suelen unir con frecuencia.
Aquí casi podríamos hacer un paréntesis por derecho propio de lo que hemos comentado. Por lo general, se suele decir que el ser humano está dentro de lo racional. No podemos dudar de que el método científico en sí se basa en la razón y la experimentación, pero tampoco se puede afirmar que el ser humano por lo general se rija por una razón universal o que es común para todos.
Así, lo que en la práctica para unos es lógico, para otros es verdaderamente demencial. Mercurio como planeta no sólo se refiere a las facultades intelectuales científicas, sino a lo que hemos dado en llamar la mente concreta o cotidiana. Esta es diferente en cada persona. Cada cual tiene sus conceptos, sus ideas, su forma de razonar.
Es decir, si se entiende a la inteligencia como “la capacidad para resolver problemas”, lo cual es una de las definiciones más completas, es indiscutible que los problemas cotidianos son resueltos por cada cual de manera distinta. Esto en sí demuestra que el componente racional en el ser humano no es universal, es decir, no resulta uniforme para todos. Y esto lo estudiamos precisamente a través de Mercurio.
En el caso que tratábamos, estando Mercurio en el Cangrejo es frecuente que esta persona resuelva sus problemas cotidianos o, lo que es lo mismo, que aplique su inteligencia práctica, en función de los parámetros cancerianos: sensibilidad exaltada, búsqueda de protección psíquica en las circunstancias, ilusiones y recuerdos, memoria, etc.
Mercurio posee una cuadratura de Marte. Este aspecto astrológico desarmónico está doblemente determinado hacia el yo, puesto que el astro mercuriano es el regente natal y, por el otro lado, Marte se localiza presente en la casa I.
Así, se puede afirmar que hay impulsividad en cuanto a las formas de expresión, con lo que a veces la palabra (Mercurio) conduce a determinaciones irreflexivas (cuadratura de Marte). Lo mismo se puede decir acerca del pensamiento concreto (Mercurio), el cual se acelera en los episodios de acción (Marte).
Ante situaciones o personas con las que hay oposición o competencia directa (Marte), la mente se acelera y se mezcla el nerviosismo (Mercurio) con la impulsividad (cuadratura de Marte).
Lo anteriormente explicado hay que verlo desde la perspectiva del sustrato mercuriano, es decir, la posición de Hermes en el signo del Cangrejo.
Así, la necesidad de que exista protección o cierto replegamiento interior (Mercurio en el Cangrejo) a la hora de la comunicación social (Mercurio en casa X), hace que surja la imaginación un tanto acelerada (Mercurio en el Cangrejo con cuadratura de Marte).
Recordemos que el Cangrejo posee relación con la ilusión y la imaginación, lo cual en este caso se acentúa por la conjunción del planeta mercuriano con la Luna. A la vez, la cuadratura de Marte a Mercurio produce aceleramiento, por el motivo de que el astro marcial ahí indica precipitación, mientras que Mercurio es sinónimo de velocidad.
Aunque hasta ahora no habíamos incidido en ello, estábamos dando por supuesto que todos estos procesos de Mercurio, así como los efectos producidos, se localizan en analogía con la casa X y sus asuntos: objetivos concretos forjados a medio y largo plazo, profesión, orientación vocacional, éxitos o fracasos sociales, vivencias en lo social, etc.
El trígono que tiene Mercurio de Neptuno hace que en un momento determinado de la vida se genere una forma mucho más elevada de actuar en lo social y profesional.
Ello se debe a que surge un componente de inspiración en el plano o nivel astral superior (Neptuno), con lo que el pensamiento acelerado (cuadratura de Marte) y a veces inseguro de Mercurio en el Cangrejo, se supera con el desarrollo de una potente fe interna. Esto puede venir dado por alguna experiencia en lo social (casa X) con cariz espiritual o interno, quizás por toma de contacto o comunicación (Mercurio) con algún personaje o tendencia de carácter espiritualista (trígono de Neptuno).
Esto último se puede interpretar también desde la perspectiva de que la profesión, a través de un trabajo dedicado, sacrificado y elevado (Neptuno), en una época determinada genera la mayor inspiración interna, que viene dada por el factor Poseidón.
Aunque todavía no es el momento para ello, en el ejemplo ahora mismo comentado de la influencia que Neptuno posee en la casa de lo profesional y social, observamos un caso de determinación de un planeta sobre los asuntos de una casa “por aspecto sobre esa casa”. Así, Neptuno, al tener un trígono sobre dos planetas presentes en la casa X, está determinado doblemente hacia esa casa.
Pero como todavía no hemos comentado el SUD más allá de su aplicación sobre el yo, de momento vemos el efecto neptuniano como recibido por dos planetas presentes en la casa X (Mercurio y Luna), lo cual no es lo mismo, pero es parecido. Es decir, estamos viendo la influencia de Neptuno sobre la casa X, no como la fuerza que este astro envía allí, sino desde el punto de vista de Mercurio y la Luna que reciben la energía neptuniana en cuadratura.
Así, en un momento dado esta persona percibe directamente una realidad superior (Neptuno) que le hace trascender -que no es lo mismo que anular- su intelecto (Mercurio) un tanto frío a veces (cuadratura de Marte a Mercurio) y en ocasiones inestable (Mercurio en el Cangrejo con una cuadratura).
Si lo pensamos un momento, para una persona con el Sol en los Gemelos y el ascendente en la Virgen, marcada bastante por el racionalismo, este trígono de Neptuno a Mercurio es muy polarizador, pues abre la mente (Mercurio) a vivencias trascendentales (Neptuno).
El trígono de Neptuno a Mercurio hace que la razón se haga más sensible a cuestiones sutiles, entre las que se halla el sentido espiritual de la vida, los mundos interiores, etc.
Ello va a hacer respecto a la casa X que, entre otras cosas, esta persona se guíe más por su voz interna (Neptuno) que por el nerviosismo y aceleramiento mental (Mercurio con cuadratura de Marte). También sabrá callar mucho más (trígono de Neptuno a Mercurio), pues el astro neptuniano afina más que nada con lo pacífico e interiorizado, con lo que la cuadratura de Marte a Mercurio será mucho más controlada en lo que respecta a la falta de control sobre la palabra.
CONDUCTAS SUBCONSCIENTES
Se encuentran en relación con Urano presente en la casa XII, el cual solo tiene un trígono con Venus.
El trígono de Venus a Urano o, lo que es lo mismo, el trígono Venus-Urano visto desde la perspectiva del astro uraniano, hace que la intuición se desplace bastante hacia las cuestiones estéticas (Venus). Por supuesto que ello será siempre dentro de lo mental, así como en directa analogía con lo futurista y moderno (Urano).
Recordemos que el componente uraniano se conecta con el nivel mental superior, lógicamente cuando se encuentra en un estado cósmico armónico. Cuando sucede lo contrario, Urano rige los “disparos del sistema nervioso” ligados al libertinaje, la excentricidad, etc.
El trígono de Venus a Urano hace que la mente superior (Urano) use de la fusión y la armonía (Venus) como claves fundamentales. En el nivel de lo platónico (Urano) surge el amor, la estética vanguardista, las relaciones humanas agradables (Venus) y fraternales (Urano), así como también los romances (Venus) avanzados y propios de los nuevos tiempos (Urano).
Al hablar de lo “platónico” no nos referimos a la acepción sinónima de “irrealizable”, sino a la que va más de acuerdo con la etimología de la palabra: Platón. Platón no hablaba de lo irrealizable, sino de lo que se realizaba en el plano mental, pero sabemos por ley de conjuntos que lo físico se compone de astral y que lo astral se sublima en mental, etc. Por tanto, la idea elevada de lo platónico implica un nivel mental elevado con respecto a algo.
Lógicamente, cuanto más elevado sea el componente mental de una experiencia, más probabilidades existen de que ésta resulte más completa y realizadora.
Otra cosa bien distinta es la polaridad desarmónica de Urano, en la cual hablamos de la “utopía”, que en sí es algo irrealizable, por lo que la tendencia uraniana mal aspectada es a tratar de alcanzarla con falta de respeto, revoluciones extremistas, rebeldía, etc.
Urano se localiza en el signo del León en el ejemplo que veíamos, con lo que su posición es de exilio. Sabemos que Urano es un planeta generacional, con lo que su efecto influye de forma en algo parecida a las personas que nacen con él en su tránsito por un mismo signo.
Urano en este signo genera un componente mental elevado en relación con los aspectos leoninos: creatividad, individualidad, nobleza, sentido autodidacta (Urano en el León), etc. Al poseer un trígono de Venus es indudable que se suavizan las formas y las maneras (Venus), con lo que esa búsqueda continua de la libertad (Urano) esencial o individual (León) se desarrolla de manera pacífica y armoniosa (Venus).