La historia de las calaveras empieza en Belice, América Central en 1924.
El aventurero británico Frederick Mitchell-Hedges llegó aquí con su hija Anna para explorar las ruinas de la antigua ciudad maya de Lubontoon y encontró la calavera.
Una tarde Anna subió a la cima de una rugosa pirámide, con la esperanza de ver el mar.
“Era mediodía y ella estaba en la cima y por la forma como entró el sol, la manera como las rocas se habían movido, solo había una pequeña abertura y la luz del sol la atravesaba e impacta en la parte superior de la calavera.”
Bajó corriendo, estaba muy emocionada y me dijo:
¡Hay alguien dentro con una linterna!
El padre de Anna y otros en su grupo eran demasiado grandes para caber dentro de la pequeña abertura de la pirámide, por lo que ataron una cuerda alrededor de Anna y la bajaron por el agujero.
Cuando ella volvió a subir, Anna llevaba la parte superior de una extraña calavera de cristal.
Una segunda búsqueda descubrió la otra mandíbula.
Como usted podría haber sospechado nada de lo que acaba de oír es cierto, la verdadera historia sobre la Mitchel Hedges Skull, la Calavera de Mitchel Hedges es bastante diferente.
Vale la pena mencionar que la razón por la que Ancient Aliens se centra en la Mitchel Hedges Skull, se debe a que todas las demás calaveras de cristal conocidas ya se ha demostrado que son falsas e incluso alienígenas ancestrales admite esto.
“Las pruebas científicas han determinado que las dos de propiedad del Museo Británico y la francesa del Musée du quai Branly no eran auténticos artefactos precolombinos.
The Mitchel Hedges Skull, era la última esperanza de una calavera real, y la única razón por la que era la última esperanza se debe a que la hija de Mitchel Hedges, mientras estuvo viva, se negó siempre a un estudio oficial para ver si era falsa o no.
En lugar de ello recorrió con ella las reuniones del tipo “Nueva Era” y similares, hasta que murió recientemente.
Su viudo sin embargo, en 2007 la llevó al Museo Smith-soniano de Historia Natural, donde extensas pruebas se llevaron a cabo en élla.
Se encontró que era una falsificación, al igual que las otras.
No estoy seguro de si Ancient Aliens produjo este episodio antes o después de 2007, pero sospecho que no habría importado de cualquier modo.
La verdadera historia de The Mitchel Hedges Skull, se inicia con otro cráneo de cristal que se encontraba en el Museo Británico.
Esta calavera del museo británico la copió el falsificador de The Mitchel Hedges Skull. El Museo Británico adquirió una calavera de cristal en 1898, justo en el momento después que se inventaron las primeras herramientas que hacían posible tallar calaveras de cristal como éstas.
Ahora sabemos que también era un momento en que se vendió una gran cantidad de artefactos de cristal falsos a los museos.
La calavera de Cristal del Museo Británico, que tiene su propia historia dudosa, se demostró más adelante que era falsa también, pero en la década de 1930 todavía se creía que era auténtica, y se mostraba con orgullo en museos.
Con base en investigaciones realizadas en The Mitchel Hedges Skull, por el museo eSmith-sonian, se concluyó que el falsificador de The Mitchel Hedges Skull, copió la del Museo Británico con el fin de hacer parecer que su trabajo era más auténtico.
El primer dueño de The Mitchel Hedges Skull, fue Sydney Burney, y tenemos registros de que trató de venderla a varias personas, sin éxito, durante 10 años antes de esto.
Finalmente la vendió a un miembro del público en una subasta de Sotheby en Londres en 1943.
Ese miembro del público era Fredrick Mitchel Hedges. De hecho, tenemos la carta que Fredrick Mitchel Hedges escribió a su hermano inmediatamente después de la compra de la calavera en la subasta y en la que expresa su entusiasmo por su nueva compra.
Esto será importante más adelante.
Cinco años más tarde, en un periódico local Fredrick Mitchel Hedges estaba afirmando que fue el mismo el que encontró la calavera en una audaz expedición a América Central.
Fredrick Mitchel Hedges era un cuentista de renombre y a menudo vendía sus historias fantásticas a los periódicos de Hearst.
En esas historias el siempre era el personaje principal.
Por ejemplo Fredrick Mitchel Hedges fue un pescador de profesión, y así él tendría cuentos de capturas por él mismo de animales que no habían sido descubiertos, luchando contra monstruos marinos; cuentos de hombre comiendo tiburones, así como sus mediocres historias de grandes peces.
Luego, con su libro “El peligro es mi aliado”, contó cuentos de si mismo descubriendo tierras previamente desconocidas y gentes desconocidas, así como luchando contra todo tipo de peligros en la selva.
Más tarde la gente escribió editoriales y estuvieron en las áreas que él dijo que estuvo y fue públicamente desacreditado.
También se le demostró el engaño en una situación extraña que implica un supuesto robo y varias cabezas reducidas.
Incluso perdió un tendencioso pleito muy notorio referente a esto.Pero todo esto sólo roza la superficie del engaño que rodea la Calavera de Mitchel.
En primer lugar ninguna de las historias sobre el descubrimiento de The Mitchel Hedges Skull, concuerdan entre sí, y todas ellas se contradicen con la carta que le envió a su hermano en 1943, que en la que claramente escribe que la compró en una subasta.
Dice:
La Colección crece y crece y crece.
Posiblemente viste en los periódicos que he adquirido la asombrosa calavera de cristal que formaba parte de la Sydney Burney Collection.
Está formada a partir de un solo bloque de cristal de roca transparente, exactamente de tamaño natural.
Científicos le pusieron fecha de 1800 antes de Cristo, y estiman que tomó cinco generaciones pasando de padres a hijos para completarse.
Es antropológicamente perfecta en cada detalle, una magnífica pieza de artesanía.
Sólo hay otra como ésta en el mundo conocido, que está en el Museo Británico y se reconoce que no es tan buena como ésta.
Muchos años después, cuando esta carta reapareció, su hija adoptiva Anna, trató de explicar la discrepancia, entre estas historias, de esta manera en su sitio web:
“En 1943, Mitchell-Hedges se vio envuelto en otra controversia que aún continúa en algunas partes hasta nuestros días.”
En los tiempos antes de las alarmas contra robo, no era raro dejar objetos de valor con los amigos si uno se iba por largos períodos de tiempo.
Mitchell-Hedges hizo esto con un amigo de la escuela, Sidney Burney, que siempre había mostrado un interés en la calavera de cristal. Sin embargo, en 1943, Burney inexplicablemente puso la calavera de cristal a subasta en Sotheby en Londres.
Mitchell-Hedges se enteró de esto el día anterior y estaba tan furioso que por un tiempo fue incapaz de hablar.
Imposible contactar con Burney, se levantó al día siguiente a las 5 de la mañana y viajó a Londres para recuperar su propiedad.
Sotheby le informó que el vendedor era el hijo de Sidney Burney.
Cuando se negaron a retirarla de la venta, Mitchell-Hedges se dio cuenta de que la forma más fácil de recuperar su propiedad era comprarla.
Eso hizo por 400 libras.
Esto no tiene sentido por muchas razones, y dejando de lado que de acuerdo con su historia, a la cual vamos a llegar en un minuto, esto significa, que él ocultó el cráneo durante 10 años y no lo mencionó a nadie hasta después, que él escribe una carta a su hermano, una década después, obviamente, dando a entender que se trataba de algo que acababa de comprar por primera vez.
Después Fredrick Mitchel Hedges murió y el cráneo quedó en manos de Anna Mitchel Hedges, su hija adoptiva, y aquí es cuando las cosas realmente se ponen chungas.
Anna pasó toda su vida tratando de vender el cráneo.
Ella contrató a un tipo llamado Frank Dorland, un marchante de arte, para promover el cráneo para que pudiera conseguir venderlo.
Dorland había trabajado con su padre cuando estaba vivo para vender otro de sus objetos, que también resultó ser una falsificación.
Ella y Dorland firmaron un acuerdo en julio de 1964 para promover el cráneo y el precio de su venta no debía ser menos de 50.000 dolares.
Dorland entonces se puso a trabajar tratando de hacer que todo parezca muy oficial, incluyendo dar con una historia totalmente diferente para el descubrimiento del cráneo de cristal.
Después de este acuerdo con Dorland en 1964 fue la primera vez que Anna afirma que fue ella, no su padre, quien encontró el cráneo.
Algo que nadie más parecía mencionar en los últimos 30 años.
De esta manera se hizo Anna la única persona que puede establecer la procedencia del cráneo, algo que un comprador quiere, sobre todo un museo.
Y como todos los demás involucrados estaban muertos en ese momento no había nadie para contradecir esta nueva historia.
Todas las afirmaciones místicas sobre el cráneo nacieron en los dos libros que el promotor, Frank Dorland encargó a fin de dar publicidad al cráneo.
Aquí está una carta de Dorland para Anna, relativa al escritor que quería escribir uno de los libros.
Estoy convencido de Dick Garvin (quien hace la venta), vale la pena el porcentaje para usted y para mi y usted le suministra la información.
Esto hace que sea un libro mejor, hace más dinero en todos los sentidos.
El cráneo no se vende, se empezó a utilizar en este modo y con apariciones públicas para aumentar las ventas y el interés.
Estos libros hacen afirmaciones extravagantes sobre el origen y los poderes de las calaveras de cristal y ya que los libros fueron publicados a la altura del movimiento nueva era, disfrutaron de un público incondicional y entusiasta.
Durante todos estos años trataron desesperadamente de vender el cráneo.
El problema era que, debido a tantas falsificaciones, los museos solicitan validar el cráneo primero.
Una carta del Museo Británico a Anna, demuestra que se detuvieron las negociaciones, cuando se enteraron de la historia real de la calavera.
Nada de esto detiene a Ancient Aliens de la promoción de todo tipo de historias contradictorias sobre el cráneo.
Sí, son artefactos alienígenas.
Incluso algunas personas piensan que están hechos en otro planeta.
“Fueron creados específicamente para mantener registros de las civilizaciones extraterrestres.
Había una leyenda que habla de 13 cráneos y que cuando los 13 cráneos se unan entonces algo importante va a cambiar en el mundo.
La leyenda sugiere que hay 12 mundos adicionales por ahí, planetas que están habitados por especies inteligentes.
Estas 13 calaveras de cristal que supuestamente existen en el planeta Tierra fueron cada una traídas aquí de uno de esos 12 planetas, y la calavera 13 es la que al parecer contiene toda la información de todos esos 12 reinos diferentes…, y esta es la leyenda de las 12 calaveras de cristal.
“Pero, como los teóricos de los antiguos astronautas mantienen, ¿por qué los visitantes alienígenas dieron la calavera de cristal a los mayas?
El único problema es que nadie parece encontrar un registro de esta profecía maya.
La idea parece remontar a una nueva edad del autor.
Los estudiosos mayas nunca han oído hablar de esta leyenda …, y ciertamente no existe.
“Muchos de los nativos y una gran cantidad de personas que trabajan con los cráneos de cristal dicen que el alto contenido de cuarzo que contienen las calaveras y especialmente las de cuarzo, en sí mismas tienen la frecuencia más alta o la energía o la máxima vibración posible en el plano físico, por lo que una gran cantidad de nativos las adoraban, o se ocuparon de estos objetos, ya que sabían que tenían, o creían que tenían, la energía más alta posible en la llanura de la Tierra.
Todo este mito nació de una campaña de marketing para un artefacto falsificado, un mito que encontró un hogar en la nueva era.
En conclusión, todas las calaveras de cristal propuestas ya se han probado de manera concluyente que son engaños.
El último baluarte, The Mitchel Hedges Skull, era considerada auténtica, solo porque no se permitió ser examinada hasta hace poco.
Su historia está llena de codicia y mentiras, y la autenticidad sólo podría ser aceptada por el devoto más dedicado, dados los hechos que hoy conocemos.