Aplicación del SIRC en las Casas sin Planetas
Fundamentos teóricos.
Haciendo una recopilación de lo que hemos realizado hasta el momento, hay que decir que la serie de ejercicios que terminamos se aplica a todas las casas donde hay planetas, primero desarrollando el SUIPASC respecto a ese astro y justo a continuación ejerciendo el SIRC sobre él mismo. Explicado de otra forma, para cada casa donde hay planetas hemos de estudiar el signo donde cae cada astro, así como sus aspectos.
Como ampliación, complemento y profundización seguidamente investigaremos en la casa o las casas que cada planeta rige, en la forma que hemos venido desarrollando.
Obviamente, seguimos teniendo un hueco importante, que es ni más ni menos que el de las casas que no poseen planetas presentes en ellas. Ya nos habíamos iniciado en este tema al ejercitarnos en la interpretación del signo zodiacal ubicado en la cúspide de cada casa. Pero este nivel de interpretación se puede alzar o elevar mucho más, haciéndolo más completo mediante la aplicación del SIRC.
En líneas generales, el sistema completo que debemos ejercer con las casas vacías de planetas es el siguiente, por pasos:
A.
Estudiar el signo situado en la cúspide de la casa.
B.
Localizar cuál es el regente de la casa y los posibles corregentes si los tuviera. Se puede dar el caso de más de un corregente en las casas que poseen dentro de sí un signo interceptado, tal como hemos indicado.
C.
Estudiar el estado cósmico del regente (y posible corregente) de la casa según el SUIPASC.
D.
Aplicar el SIRC para establecer la relación dinámica que se produce entre la casa que estudiamos y la casa donde se sitúa el planeta regente (y corregente) de esta primera.
Respecto a los tres primeros puntos, ya hemos avanzado bastante para no encontrar ningún tipo de problemas en ellos, pero hemos de hacer algún comentario general para clarificar lo suficiente la técnica precisa a aplicar en el cuarto punto.
Hasta el momento hemos realizado una serie de ejemplos para ejercitarnos en la relación de base que posee la casa (A) donde se encuentra un planeta y la casa o casas (B) regidas o corregidas por ese mismo astro.
En ese punto del estudio hemos explicado que la “casa regida o corregida” por el astro en cuestión es la “base”, el “germen original”, el “sustento” o el “pilar” de la actividad del planeta en la casa (A) donde él se sitúa (“casa de ubicación”).
Ahora debemos de ver esa relación entre “casa regida” y “casa de ubicación” pero desde el otro punto de vista, tal como ocurre con los aspectos astrológicos, donde la relación se produce en las dos direcciones. Así, en este ejemplo es distinto el estudio de un trígono de Marte recibido por el Sol que el mismo trígono del Sol captado por Marte, aun cuando se trate de igual aspecto astrológico.
En el caso que comentábamos, hemos ahora de investigar en la relación entre “casa regida (o corregida)” por un planeta y la “casa de ubicación” de ese mismo astro, pero desde el punto de vista de situarnos en la primera (casa regida).
Ello es lógico si pensamos que nos interesa en estos momentos hacer el estudio de las “casas vacías” (de planetas), las cuales son solo “casas regidas”. En cambio, en la serie que ya realizamos de ejemplos nos situamos en las “casas ocupadas” (por planetas), las cuales son necesariamente siempre casas de posición de un astro como mínimo. En cuanto a esta línea de trabajo solo nos resta estudiar algunos ejemplos de casas con más de un planeta, usando el SUIPASC y el SIRC. Ello lo haremos en breve.
Las bases del planteamiento que seguiremos en la relación entre “casa regida” y “casa de ubicación” desde la perspectiva de la primera son las siguientes:
1)-LOS ASUNTOS DE LA CASA REGIDA (B) SE INTRODUCEN EN LA CASA DE UBICACIÓN (A) DEL PLANETA REGENTE DE LA CASA B.
Esta introducción de los asuntos de la casa B en la A se genera precisamente a través de ese mismo planeta, pues él es el regente de B y se encuentra ubicado en A. De alguna manera, el planeta regente es como una lanzadera que hace llegar los asuntos de la casa que rige (B) a la casa en la que está colocado (A).
2)-LOS ASUNTOS DE LA CASA REGIDA (B) INTERVIENEN EN LA CASA DE UBICACIÓN (A) DEL PLANETA REGENTE DE LA CASA B.
3)-LOS ASUNTOS DE LA CASA REGIDA (B) GERMINAN O TOMAN FORMA EN LA CASA DE UBICACIÓN (A) DEL PLANETA REGENTE DE LA CASA B.
Y ya ligando estos tres primeros puntos con lo que se ha hablado desde la perspectiva de la casa de posición (A):
4)-LOS ASUNTOS DE LA CASA REGIDA (B) SON LA BASE, EL SUSTRATO Y EL GERMEN ORIGINAL DE LA ACTUACIÓN DEL PLANETA REGENTE DE B EN SU CASA DE UBICACIÓN (A).
Dicho lo anterior, se trata de que nos familiaricemos con un tipo de relación que es recíproca, pero que debemos de saber analizar dependiendo del lugar o del lado en que nos situemos.
Así, si estudiamos una casa con uno o más planetas, hemos de investigar cada astro primero según el SUIPASC. Luego con el SIRC observamos las casas regidas por cada planeta, entendiendo que la base de la actividad planetaria se encuentra en la casa o casas que cada astro rige.
En cambio, en los ejemplos en los que una casa no posee ningún planeta presente (casa vacía), se ha de considerar que la casa donde se sitúa el regente de la casa vacía es el lugar a donde se proyectan los asuntos de esta última. Dicho en un sentido figurativo, el planeta regente de la casa vacía transporta o proyecta “la semilla” de esta hacia la casa de posición de ese astro.
Ahora lo que necesitamos es ver algunos ejemplos y los primeros los estudiaremos en el mismo gráfico K-33.
En este horóscopo encontramos cuatro casas vacías de planetas, que son la II, V, VI y VII.
Ejemplos prácticos.
Ejemplo K-33 (Casa II).
Visualicemos la II. Su cúspide se localiza en el signo del Macho Cabrío, con lo que de entrada debemos de hacernos mentalmente un panorama general de las tónicas vibratorias posibles que se pueden presentar debido a ese signo: economía lenta y segura, economía dificultosa y escasa, etc.
Para fijar mejor ese punto hemos de estudiar el estado cósmico del regente de esta casa: Saturno. En términos generales se puede decir que:
EL NIVEL VIBRATORIO (ARMONICO-DESARMONICO) DE UNA CASA VACÍA DEPENDE DEL ESTADO ASTROLÓGICO DE SU PLANETA REGENTE (Y CORREGENTE SI LO TUVIERA).
EL PLANETA REGENTE DE LA CASA VACÍA SIEMPRE ACTÚA A TRAVÉS DEL SIGNO QUE SE ENCUENTRA EN LA CÚSPIDE DE ESTA. Por ello se ha de hacer siempre antes el estudio del signo en la cúspide, pues no es lo mismo la actuación o influencia de Venus en una casa a través del Toro en su cúspide que mediante la Balanza en la cúspide.
Continuando con el presente ejemplo, Saturno se localiza peregrino en el signo del Centauro y con una cuadratura de Venus, con lo que podemos fijar el estado cósmico como medio- bajo.
Recordemos a su vez que Saturno se constituye en regente del dinero y de las bases materiales, con lo que todo lo que atañe al estado cósmico de este planeta (según el SUIPASC) tiene relación con los asuntos de la casa II. Así, la presencia de Saturno en el signo del Centauro nos habla de la necesidad en lo económico de conciliar el idealismo expansivo (Centauro) con el realismo cotidiano (Saturno). De no ser así, se producirían entorpecimientos, retrasos y atascos (Saturno) en las iniciativas expansivas (Centauro).
La cuadratura de Venus a Saturno nos remite a la dificultad para conciliar el ahorro y el arduo trabajo (Saturno) con las comodidades y los lujos que de por sí suponen un cierto gasto económico (cuadratura de Venus al regente del dinero).
Ya que el regente de II es Saturno, no cabe duda que la forma de manejar el dinero y los recursos económicos es prudente y segura, pero la cuadratura venusina genera cierta represión en cuanto a las comodidades y, en otras, desbalance hacia el lado de Venus en desarmonía: caprichos y comodidades (Venus) de tipo materialista y rutinario (Saturno), las cuales entran en conflicto con el ahorro y el control (Saturno).
Entonces, podemos tomar una idea bastante amplia de los asuntos de una casa vacía mediante el estudio del signo colocado en su cúspide y del estado cósmico del planeta regente. Ahora nos queda el determinar la relación entre la casa vacía y la casa donde se coloca el regente de esta.
En este ejemplo de la segunda casa, su regente se sitúa en la casa primera. Ello significa que los asuntos relacionados con el sector terrestre II “intervienen” o “se introducen” en la casa I. En la práctica ello significa que las cuestiones y experiencias económicas y materiales (casa II) marcan el temperamento y las formas de comportamiento conscientes (casa I). O, visto desde el otro ángulo, la “base o el sustento” de los comportamientos conscientes saturnianos (casa I) está en las cuestiones de tipo material y económico.
Saquemos algunas conclusiones más concretas. Por ejemplo, las incomodidades y los retrasos en los temas de dinero (Saturno regente de II con cuadratura de Venus) marcan el carácter personal y lo hacen un tanto moralista y rígido (Saturno desarmónico en Centauro en casa I), además de algo reprimido en lo que se refiere a las diversiones y el ocio (cuadratura de Venus a Saturno en I).
El resumen es que las situaciones económicas (casa II) “se introducen, intervienen o influyen” en el temperamento y las formas de actuar (casa I). Visto desde el otro ángulo (el de la casa de posición de Saturno (I), ello significa que “la base, el sustento o el germen inicial” de las conductas saturnianas de la casa I se localiza en la casa II: afán de control, ahorro y ascenso rutinario en el mundo de las bases materiales.
En realidad, se trata de lo mismo, pero desde dos puntos de vista: lo análogo a la casa I tiene su “base o sustento” en la casa II, mientras que lo relacionado con la casa II “se proyecta, influye o interviene” en lo análogo a la casa I.
Ejemplo K-33 (Casa V).
Continuemos con el siguiente ejemplo, el cual se refiere a la casa V del ejemplo K-33, cuya cúspide se localiza en el signo del Carnero.
La posición del Carnero en la casa V nos habla de un tipo de relación sensual en la que predomina la energía, la espontaneidad y, quizás a veces, la brusquedad. Las mismas características se pueden aplicar a las relaciones con los hijos.
Pero lógicamente debemos de concretar más mediante el estudio del estado cósmico del regente de la quinta casa. Así, Marte se sitúa en caída en el signo del Cangrejo en la casa VIII, con cuadratura del Sol y trígono de Neptuno.
Marte en el Cangrejo nos habla de susceptibilidades e irritabilidad, así como falta de definición y decisión (Marte) en las cuestiones afectivas (Cangrejo). Esto será especialmente importante por cuanto Marte es el regente de los noviazgos y de las relaciones sensuales.
Marte tiene una cuadratura con el Sol, con lo que a la citada susceptibilidad se le añade algo de orgullo y egocentrismo en lo relacionado con las relaciones propias de la quinta casa: hijos, noviazgos, etc.
Explicación complementaria:
Medir el grado de determinación de un planeta hacia el Yo.
Aquí nos podemos hacer una pregunta importante la cual de alguna manera ya nos había rondado anteriormente, que es sencillamente el hecho de si estas características propias del estado cósmico de Marte se refieren a cualidades de los hijos (por ejemplo el citado orgullo) o del propio interpretado.
Ahora sí estamos en disposición de contestar “científicamente” (con la ciencia astrológica) a tal pregunta de una forma certera. Se trata sencillamente de usar el SUI (sistema universal de las determinaciones) para saber en qué grado el planeta Marte está determinado y relacionado con el yo. Así, cuanto más determinado esté el astro hacia el sector del yo, más nos hablará Marte de los comportamientos “del propio interpretado en relación con la casa V”, es decir, con sus hijos, sus aventuras sensuales, sus noviazgos, etc.
Por el contrario, cuanto menos esté determinado Marte hacia los factores del yo, más nos dirá este planeta acerca de los comportamientos y características de los hijos, los novios o las novias, etc.
Veamos qué grado de determinación posee Marte hacia el yo, lo cual realizaremos en un pequeño esquema que nos puede servir para aplicarlo a todo tipo de casos:
1-Si el planeta en cuestión es el regente o el corregente natal. Marte no lo es.
2-Si el planeta está situado en la casa I. Marte no está.
3-Si el planeta está colocado en la casa XII. Marte no lo está.
4-Si el planeta es el regente o corregente del subconsciente, es decir, de la casa XII. Marte es corregente del subconsciente.
5-Si el planeta lanza aspectos al regente o al corregente natal. Marte no los tiene.
6-Si el planeta lanza aspectos a los astros situados en la casa I o en la XII. Marte no los posee.
NOTAS: cuantos más de estos factores se den a la vez, mayor será la determinación hacia el yo. Aproximadamente estas posibles situaciones astrológicas han sido colocadas por orden de importancia de mayor a menor, sin que ello tenga que ser de forma rígida así. Este es un sistema para saber la determinación de un planeta hacia el yo consciente y el subconsciente a la vez, pero si queremos solo medir la determinación hacia el yo consciente debemos de eliminar los puntos 3, 4 y parte del 6 (aspectos a planetas situados en la casa XII).
Todavía podríamos citar como factor de determinación hacia el yo si el planeta en cuestión es el Sol o la Luna, o bien, si posee aspectos con alguno de estos dos. Pero, aunque pueda parecer extraño, no mencionamos este punto, pues también el Sol y la Luna se someten a este sistema de valoración para determinar en qué medida ellos están más o menos en un horóscopo determinados hacia el yo.
Es decir, sabemos que el Sol posee analogía esencial con la individualidad y la Luna con la personalidad psico-afectiva, pues por eso los hemos considerado como fundamentales a la hora de estudiar la cruz del yo (consciente-inconsciente, individualidad-personalidad).
Pero una cosa no quita la otra, pues también Mercurio posee una analogía esencial con la inteligencia del interpretado, como Venus la tiene con sus cualidades y conductas amorosas. Entonces, ¿en qué punto se encuentran estos dos extremos que parecen contradictorios?.
Es relativamente sencillo entenderlo, pero sobre todo se verá con la experiencia. Así, el Sol en esencia tiene relación con la individualidad, pero en cada horóscopo hemos de medir su grado de determinación hacia el yo pues, como es evidente, no todas las personas tienen la misma conciencia del yo ni todos los seres humanos son lo que podríamos llamar “solares”.
Los hombres como individuos pueden tener su individualidad más o menos desarrollada o más o menos “taponada”, y esto que es una realidad “de la realidad” se tiene que observar en el horóscopo.
Lo mismo sucede con la Luna o con Mercurio, demos por caso, con lo que dependiendo del grado de determinación de cada planeta hacia el yo sabremos si la persona interpretada es más o menos lunar o mercurial. Puede suceder, quizás, que el Sol en un horóscopo determinado posea una mínima determinación hacia el yo (excepto la propia analogía esencial del Sol: individualidad) y que, en cambio, ese Sol exprese sobre todo una naturaleza muy solar por parte del cónyuge. Ello se daría en el caso de un Sol muy poco determinado hacia la casa I y la XII (sector del yo), pero muy determinado o relacionado con la casa VII.
Así, hemos tenido que avanzar bastante en el desarrollo teórico-práctico de la Astrología interpretativa para explicar esto con suficientes medios al alcance de la comprensión del alumno.
El hecho de que, por ejemplo, un Sol esté mínimamente conectado (determinado) con el yo y que se encuentre de manera considerable unido por determinación hacia el cónyuge (casa VII) no significa que se pierda aquello que habíamos comentado en relación con “el sustrato psicológico” de la situación que representa cada planeta.
Así, en este ejemplo de un Sol muy conectado o determinado con VII, podemos decir que el sustrato psicológico de las experiencias de VII es la individualidad del interpretado.
Dicho de otra forma, el sentido que posee en la vida el tener un cónyuge con carácter solar es la necesidad de que la propia individualidad del interpretado se vaya formando en algunos aspectos que no tiene suficientemente fortalecidos. Eso es lo que llamamos el “sustrato psicológico de la experiencia”.
Explicación complementaria:
Medir el grado de determinación de un planeta hacia una Casa.
Continuando con este largo paréntesis, nos hemos dado cuenta ya quizás de que es necesario establecer también un pequeño sistema para averiguar el grado de determinación de cualquier planeta hacia otras casas que no sean las del sector del yo (I y XII), dejando bien claro que nos puede interesar en un momento dado “calcular” solo el grado de determinación de un planeta hacia las conductas subconscientes (casa XII) o hacia las conscientes (casa I). Es decir, no es preciso hallar la determinación de un planeta hacia el yo necesariamente con sus dos aspectos a la vez (consciente y subconsciente).
El sistema general para averiguar el grado de determinación de cualquier planeta hacia cualquier casa es el siguiente, teniendo en cuenta que las situaciones enumeradas van de mayor a menor importancia en cuanto al grado de determinación hacia la casa de que se trate. Igualmente, cuantos más se den simultáneamente de estos factores, mayor es la determinación.
Veamos las posibles concurrencias astrológicas:
1-El planeta está situado en la casa en relación con la cual medimos el grado de determinación de este.
2-El planeta es el regente o el corregente de la casa respecto a la cual se mide el grado de determinación. Es evidente que es más fuerte la regencia que la corregencia de un planeta sobre una casa.
3-El planeta lanza aspectos astrológicos -armónicos o desarmónicos- sobre los planetas situados en esa casa respecto a la cual se mide el grado de determinación.
4-El planeta lanza aspectos sobre el regente o el corregente de esa casa.
Continuación del Ejemplo K-33.
Continuando con el ejemplo de Marte en el gráfico K-33 y en relación con su regencia sobre V, hemos de decir que la determinación de Marte hacia el yo es pequeña, pues se limita a su corregencia sobre la casa XII (subconsciente).
Así, Marte sobre todo nos habla de experiencias AMBIENTALES o externas del interpretado en relación con LOS HIJOS, LOS NOVIOS O NOVIAS, etc.
Por supuesto que en el “sustrato psicológico” de la cuestión subyace el hecho de que el interpretado posee algunas cualidades desarmónicas en relación con su parte de psicología marciana: irritabilidad, excesiva susceptibilidad a los estímulos agresivos, falta de decisión en cuestiones sentimentales, etc.
De ese modo, no es raro que se encuentre en su vida con personas o circunstancias de esas características, tales como alguno de sus hijos o novias.
A esto anterior se le añade el hecho de que existe cierta determinación entre Marte y el subconsciente del interpretado, con lo que podemos deducir que tales experiencias en relación con casa V vienen dadas por karmas psíquicos del propio “dueño” de esta carta natal.
Nos faltaba analizar el trígono de Neptuno hacia Marte. Si bien la cuadratura del Sol al regente del ocio y las diversiones o regente de V (Marte) hace que esta persona genere un cierto desgaste de su vitalidad en los momentos de recreo, también se presentan a lo largo de la vida otras posibilidades importantes debido al trígono Neptuno-Marte.
Este es un trígono que ciertamente no resulta muy sencillo de asimilar, sobre todo porque Neptuno y Marte son astros muy distintos el uno al otro, siendo el primero muy místico o evadido del exterior, mientras que el marcial planeta es justamente el más claro indicativo del arrojo y la proyección decidida de energías hacia fuera.
Con un trígono Neptuno-Marte se puede generar una línea de actuación valiente y de impulso (Marte), al igual que sacrificada, abnegada y caritativa (Neptuno).
La fe interna se manifiesta a la manera de energía conductora e iniciadora, con lo que tales batallas pretenden alcanzar un elevado fin espiritual, místico o religioso. No mencionamos ni el fanatismo ni otras actitudes similares porque se trata de un trígono entre ambos planetas y no de una cuadratura.
En el caso concreto del regente de V (Marte) no hemos de olvidar que este planeta se sitúa en la casa VIII, con lo que llegado un momento el ocio y el recreo (casa V) “acceden”, “se introducen” e “influyen” en la transformación personal del individuo (casa VIII).
Se podría decir que es el paso o la transmutación (casa VIII) de formas un tanto pasionales de dirigir y enfocar la vitalidad y las potenciales energías creativas (cuadratura del Sol al regente de V), a otro estadio en el que el trabajo arduo, recto y firme (Marte) por un ideal espiritual (Neptuno) se constituye en una forma correcta de aprovechamiento de tales energías vitales y del tiempo libre (trígono de Neptuno al regente de V).
Hemos de ver que cuando estudiamos a Marte como regente de V solo nos interesa su posición en la casa VIII en relación con la casa quinta.
Es decir, ahora no estamos estudiando a Marte en el Cangrejo en la casa VIII, sino que nos encontramos investigando la casa V, siendo uno de los factores fundamentales (junto con la cúspide de V en el Carnero) el planeta Marte y su estado cósmico (posición en signo, casa y aspectos).
Si nos situáramos en la casa VIII, tendríamos que decir que la “base”, el “germen inicial” o el “sustento” de la actuación de Marte en ese sector terrestre se sitúa en los asuntos de la casa V.
Pero esto sería el estudio de la casa VIII y no de la casa V, que es la que ahora estábamos investigando. No es lo mismo una cosa que la otra porque la perspectiva de visión es diferente, aunque por supuesto complementaria.
Ejemplo K-33 (Casa VI).
Siguiendo con las casas vacías de este horóscopo, continuamos ahora con la casa VI, cuya cúspide está colocada en el signo del Toro.
La casa VI en el signo del Toro en principio indica un par de posibilidades básicas: ambiente laboral concentrado, constante, fructífero y feliz (armónico) o ambiente de trabajo tosco, rutinario, materialista y con poca flexibilidad (inarmónico).
El regente de la casa es Venus, que está situado en el signo de los Peces en exaltación, a finales de la casa III y a un solo grado de la casa IV.
Como es obvio, al ser Venus el regente de la casa VI, todo lo relacionado con el estado cósmico (posición en signo más aspectos) de este planeta atañe a la casa VI.
En tal sentido, de entrada, la regencia de Venus en signo de agua sobre la casa VI genera una relación entre el trabajo (casa VI) y el factor o componente estético y de belleza (Venus), con algunos rasgos de inspiración imaginativa (Venus en los Peces).
La presencia de Venus en la casa III nos indica que esas aptitudes comenzaron a desarrollarse en la etapa de estudiante o de formación intelectual. También se puede decir que los viajes cortos (casa III) se encuentran ligados al trabajo, al mismo tiempo que las capacidades comunicativas (casa III).
La muy próxima cercanía de Venus respecto a la casa IV cuenta que las potencialidades estéticas y de inspiración (Venus en los Peces con trígono de Luna) vienen “de atrás o de antaño”, es decir, que la persona en parte ya las tiene realizadas de vidas anteriores.
Todavía podríamos pensar con bastante seguridad que tales dotes estéticas fueron formadas y ayudadas también por los padres, pues la posición de Venus en III en conjunción con Mercurio y el Sol en casa IV es una conjunción eminentemente de carácter creativo. Veamos que Mercurio y el Sol poseen trígonos a la Luna y a Urano.
Pero hagamos a continuación el análisis un poco más detallado, pues en estas primeras líneas le hemos dado un tono algo avanzado a la interpretación, a modo de ejemplo.
Continuando con la conjunción múltiple Venus-Mercurio-Sol en los Peces, es indudable que esta posee una tónica eminentemente creadora, no solo por las analogías esenciales de Venus y el Sol, sino también por los trígonos que esta conjunción recibe.
Recordemos que uno de los factores fundamentales para determinar el grado de armonía o de desarmonía de una conjunción son los aspectos que reciben los astros que conforman la tal conjunción.
Esta conjunción de planetas recibe trígonos de la Luna (imaginación artística) y de Urano (originalidad e inventiva). Pasemos ahora a considerar los demás aspectos de Venus, que aparte de las conjunciones con el Sol y Mercurio, son un trígono con la Luna y una cuadratura con Saturno.
El trígono de la Luna a Venus ciertamente apunta más fuerte a inclinaciones artísticas en conexión con el trabajo (Venus como regente de VI).
Recordemos que los tres planetas “artísticos” del sistema solar son en principio la Luna, Venus y Neptuno, todo ello dependiendo de sus posiciones, pero indudablemente una relación por trígono entre uno o más de estos tres astros fortalece las dotes de captación y plasmación de la belleza.
La cuadratura de Saturno a Venus indica que durante ciertos momentos de la vida la realidad material, las dificultades, los retrasos, la rutina y el materialismo burocrático (Saturno desarmónico) generan un encontronazo con las aptitudes de tipo sensible y artístico (Venus).
Explicación complementaria:
Estudio de la Casa de proveniencia del aspecto que envía un planeta.
Para saber de dónde viene esta fuerza saturniana deberíamos lógicamente de estudiar la casa de la que se lanza la cuadratura de Saturno. Como regla general podemos decir que: CUANDO ESTUDIAMOS LOS ASPECTOS QUE RECIBE UN PLANETA (X) PODEMOS CONSIDERAR DOS NIVELES FUNDAMENTALES DE INTERPRETACIÓN:
1)-ESTUDIAR SOLO LAS ANALOGÍAS ESENCIALES DE LOS PLANETAS QUE LANZAN LOS ASPECTOS Y EL TIPO DE ASPECTO (TRÍGONO, CUADRATURA, ETC.) QUE ELLOS ENVÍAN AL ASTRO X QUE INTERPRETAMOS.
Es decir, en el caso que observábamos, si nos centramos en la interpretación del planeta Venus, la cuadratura que él recibe de Saturno se considera solo como una cuadratura de un planeta que tiene ciertas analogías esenciales (el tiempo, la voluntad, etc.) pero sin considerar, por ejemplo, la casa donde se localiza el planeta saturniano, que es el que lanza el aspecto.
2)-ESTUDIAR LAS ANALOGÍAS ESENCIALES DE LOS PLANETAS QUE LANZAN LAS CUADRATURAS, EL TIPO DE ASPECTOS (TRÍGONO, CUADRATURA, ETC.) QUE ELLOS EMITEN HACIA EL ASTRO X Y LA CASA DONDE SE SITÚAN LOS PLANETAS EMISORES DE TALES ASPECTOS.
Si aplicamos este segundo sistema a la cuadratura de Saturno a Venus, hemos de ver que el astro saturniano lanza ese aspecto desarmónico desde la casa primera.
Así, si Venus se constituye en el regente de la casa VI y, por tanto, del trabajo, el ambiente laboral y la actividad laboral, este aspecto de cuadratura viene de la casa I, que es la de las conductas conscientes.
Es frecuente encontrar cuestiones aparentemente paradójicas en la interpretación de una carta astral y el presente es un caso. Hemos hablado de ciertas aptitudes para la estética en el campo laboral por parte de esta persona, así como un buen apoyo de los progenitores.
Lo anteriormente comentado no lo vamos a negar al incluir este análisis de la proveniencia de los aspectos de Venus, es decir, al saber que el trígono de la Luna parte de la casa XII y la cuadratura de Saturno de la casa I. Todo lo contrario.
La adición de una nueva técnica interpretativa supone una mayor especificación, concreción y profundidad en el estudio de uno o varios factores astrológicos.
Es el criterio de unidad que hemos comentado, según el cual debe de existir una congruencia entre los distintos niveles de interpretación de un horóscopo.
En el presente ejemplo, lo enormemente curioso es que el trígono proviene de la Luna en casa XII y que la cuadratura que lanza Saturno es del sector terrestre I.
Sin duda alguna Saturno indica un elemento relacionado con el temperamento y las conductas conscientes, con lo que en principio se puede decir que hay un choque entre un componente importante del yo (Saturno en I) y el regente del trabajo (Venus).
Esto significa que el nivel consciente de la persona es a veces demasiado práctico y algo materialista-moralista (Saturno desarmónico en Centauro), con lo que preocupa mucho la realidad económica, pues no en vano Saturno es el regente de la casa II.
Esto anterior quiere decir que tal pragmatismo conduce a que durante un tiempo en la vida la persona tome su trabajo como algo rutinario y que debe ser realizado no por gusto, sino por obligación (Saturno con cuadratura a Venus regente de VI).
Esto anterior a pesar del apoyo que los padres han dado para el desarrollo de las cualidades creativas del interpretado (conjunción Venus-Mercurio-Sol con trígonos de Luna y Urano).
En cambio, la casa XII nos dice que existen potencialidades subconscientes importantísimas en lo que se refiere a la creatividad y la imaginación artística, pues allí se coloca la Luna en el signo del Escorpión lanzando trígonos a Sol, Mercurio y Venus, así como cuadratura a Plutón.
Es evidente que por la posición lunar se deduce que las posibilidades creativas en relación con el trabajo son abundantes potencialmente (trígono de Luna desde XII a Venus regente de VI).
Ahora lo que podemos preguntarnos es en qué secuencia sucede esto que comentamos, pues parece que se ve, por un lado, una abundancia importante de energías artísticas, mientras que por el lado del consciente (casa I) se frenan bastante estas debido a la cuadratura Saturno-Venus, que incluso podría indicar en algún momento hasta rechazo (cuadratura) de las cuestiones venusinas ligadas al trabajo (Venus regente de VI).
La cercanía de Venus a la casa IV nos indica que estas cualidades se desarrollan durante la primera parte de la vida, especialmente con el apoyo de los padres.
Como Venus está a finales de la casa III, ello indica que en el proceso escolar y educativo también se siguen aumentando las aptitudes estéticas y de captación de la belleza. Esto lo refuerza el hecho de que el trígono de Venus proviene de la Luna, planeta astrológico que posee una analogía esencial muy clara con la infancia.
Pero tampoco podemos olvidar la cuadratura que Venus recibe de Saturno, estando este situado en la casa I., Ya que Saturno nos habla de cualidades propias del temperamento del interpretado (casa I), no cabe duda que las resistencias hacia Venus se generan por parte del mismo sujeto, pero lo que nos interesa saber ahora es cuándo.
La analogía de Saturno es con la edad madura, con lo que cabe esperar que el pragmatismo y algo de materialismo que se genera (Saturno desarmónico en I) en esa época de la vida hace que el interpretado se ponga cortapisas a sí mismo en lo que a sus aptitudes venusinas se refiere.
Ello se debe en gran parte a que Saturno es el regente de la casa II, con lo que la persona posee como “base” o “sustento” para su forma de comportamiento saturniano (Saturno en I) al dinero y a las bases económicas seguras (Saturno regente de II).
Lo que está bien claro es que existe una gran necesidad potencial o subconsciente, así como muy buenas capacidades para desarrollar las cuestiones artísticas, pero debido a la cuadratura que recibe la Luna de Plutón podemos ciertamente hablar de crisis o de fases críticas en la vivencia de tales estados de sensibilidad interna.
Ello se acentúa porque la Luna es regente de la casa VIII, con lo cual tales dotes subconscientes necesitan tener como “base” el propio cambio interno del carácter y la purificación de emociones instintivas (casa VIII en Cangrejo y regida por la Luna).
En definitiva, podemos decir que las aptitudes sensibles se desarrollan desde la infancia (trígono de Luna a Venus), pasan por obstáculos (cuadratura de Saturno a Venus) en la edad madura y tienen crisis transformadoras que las hacen morir a un nivel y nacer en otro (Luna regente de VIII y con cuadratura de Plutón).
Todo lo anterior se ha visto en relación con Venus y, este planeta, a su vez, en conexión con la casa VI que es la que estamos estudiando.
Para finalizar con este ejemplo solo nos resta dilucidar acerca de la “proyección” o “intervención” de Venus en la casa III y IV en un sentido complementario al explicado. Así, el trabajo (Venus regente de casa VI) se “introduce”, “influye” o “interviene” en el ámbito de las capacidades comunicativas, los viajes cortos, la mente concreta y las relaciones cotidianas (casa III) como, también, en los padres y las experiencias psíquicas de la primera parte de la vida grabadas en el inconsciente (Venus a un grado de casa IV).
Para finalizar con este ciclo de ejemplos de casas vacías que hemos centrado en el horóscopo K-33, vamos a analizar la casa VII.
Ejemplo K-33 (Casa VII).
Esta se localiza en el signo de los Gemelos, con lo que su único regente es el planeta Mercurio. Este planeta se localiza en un estado cósmico medio- alto a pesar de su exilio, debido a los dos trígonos que posee y a la favorable conjunción de la que participa.
Aquí tenemos un ejemplo claro de la necesidad de medir antes que nada el posible grado de determinación del planeta Mercurio hacia el yo del interpretado pues, cuanto menor sea este, en mayor medida representará Mercurio solamente al cónyuge.
Así, vemos que Mercurio solo tiene como determinación hacia el sector del yo al trígono que lanza hacia la Luna en XII, lo cual se puede considerar como una determinación débil hacia el yo (subconsciente).
Se podría añadir la conjunción de Mercurio con el Sol, pero el Sol en este horóscopo solo está determinado hacia el yo por su analogía esencial (individualidad) y por su trígono a la Luna en XII.
Así, al estar poco determinado el planeta Mercurio hacia el yo, este astro sobre todo nos habla del cónyuge o de los asociados.
En cuanto al matrimonio y el comportamiento de la esposa (se trata del horóscopo de un varón), Mercurio en los Peces predice una muy buena capacidad de comunicación en lo psíquico-afectivo (Mercurio en los Peces), la cual es adaptable, sutil y de una gran ayuda psíquica (Peces).
A la vez, la conjunción de Mercurio con el Sol indica que la esposa se desenvuelve en una tónica de nobleza, lealtad y sinceridad (Sol) comunicativa.
Sabiendo ya que Mercurio como planeta indica fundamentalmente a la esposa, llama la atención el hecho de que Mercurio goce a la vez de un trígono de la Luna y otro de Urano.
Por un lado, ello denota una mente poderosa e intuitiva en el cónyuge (trígono Urano-Mercurio), a la vez que un carácter maternal adaptable (trígono Luna-Mercurio). Sin duda alguna, representa una muy destacada y armonizadora polaridad la que recibe el planeta Mercurio.
Tampoco se puede pasar por alto el hecho de que los dos aspectos -de Urano y de la Luna- surgen de dos casas del triángulo psíquico (la VIII y la XII), con lo que se observa que la esposa conecta con el interpretado desde el punto de vista del karma psíquico e influye armónicamente en su transformación personal (VIII) y en el desarrollo de sus capacidades subconscientes (casa XII).
Veamos ahora algunas posibles interpretaciones de la “proyección”, “intervención” o “influencia” de la casa VII en la casa IV. En algunos casos, el estudio de este tipo de combinación entre casas resulta un poco difícil si nos limitamos exclusivamente a lo que podríamos llamar los significados “clásicos” de los sectores terrestres.
En el presente caso, la entrada del regente de VII en la casa IV se puede interpretar en el sentido de que el cónyuge conecta armónicamente con el pasado psíquico de la persona, sirviendo para que el interpretado se equilibre con su pasado.
Pero, también, debido a la analogía de la casa IV con la vejez y la última parte de la vida, se puede afirmar también que la compañera matrimonial va a resultar igualmente un apoyo fundamental para un desarrollo luminoso y creativo en la llamada tercera edad.
Todo lo anterior se aumenta por el hecho de que el regente de VII (Mercurio) está en conjunción con el planeta que por analogía esencial representa a la individualidad (Sol).
Aunque en este horóscopo el Sol está poco determinado hacia el yo, el astro rey es el regente de la casa IX o regente de los ideales y de la filosofía de la vida. Al estar el Sol (regente de los ideales) en conjunción con el regente del cónyuge (Mercurio), ello supone una unión efectiva entre la esposa (Mercurio) y los ideales al respecto del interpretado (Sol regente de IX).
Otra posible lectura es la “influencia” armónica de la esposa en la familia paterna, especialmente en relación con el padre del interpretado (conjunción Mercurio-Sol), con el cual existiría una gran unión, pues el Sol por su posición en IV está muy determinado como el padre del interpretado.