Introducción a las Eras Astrológicas.
Todos los 21 de marzo el Sol se encuentra a 0º del signo del Carnero (ARIES) aun cuando, con respecto al fondo fijo de las constelaciones, este punto vaya retrocediendo muy despacio.
Pero siempre el 21 de marzo el Sol está a 0º del Carnero porque este punto (equinoccio de primavera para el hemisferio N), precisamente, se define como el lugar de corte del Sol con el ecuador celeste, aunque este último vaya retrocediendo en la eclíptica. El pequeño retroceso del punto equinoccial no influye en la duración del año, pues ya está implícito en él.
Tampoco modifica las estaciones, debido a que el comienzo de la primavera (hemisferio N) se produce con la llegada del Sol al ecuador celeste, no importando en esto para nada que detrás del punto vernal, en el cielo, haya tal o cual constelación.
Sin embargo, para la Astrología sí tiene una gran trascendencia este hecho.
El 21 de marzo el Sol siempre llega a los 0º del Carnero para los dos hemisferios, aun cuando en el N se inicia la primavera y en el S el otoño. Este punto (Oº del Carnero) es una posición astrológica de una gran fuerza para el Sol.
Las Eras Astrológicas se generan a partir de la constelación real en el cielo que el Sol tiene tras de sí el 21 de marzo, estando a 0º del signo del Carnero.
Las Eras astrológicas se van sucediendo en sentido contrario al normal del zodíaco (Géminis, Tauro, Aries, Piscis, etc.), ya que se trata de una precesión o retrogradación del punto vernal sobre la eclíptica (círculo fijo).
Actualmente, el Sol tiene detrás de sí el 21 de marzo (0º del Carnero) al último grado de
la constelación de Aquarius,
por lo que
La Tierra se encuentra ya en la
Era de Aquarius
y ha salido del grado cero de Piscis.
En esa fecha, la Tierra se coloca en línea con el Sol y con el grupo estelar de Aquarius, recibiendo así nuestro mundo una poderosísima energía que ya está cambiando la dirección de la existencia humana: (fig. 31).
Introducción a las Eras Astrológicas.
Ya sabemos que la longitud de las constelaciones es variable y, por tanto, la de las Eras astrológicas. De todas formas es conveniente saber cuál sería la duración media de una Era en el supuesto de que tuviera 30º:
-25.920 años son 360º de retrogradación.
– 2.160 años son 30º de retrogradación.
– 72 años son 1º de retrogradación.
El Sol se colocó por primera vez dentro de la constelación de Aquarius entre 1948-2012, momento en el cual la era de Piscis tocó a su fin.
De todos modos, las eras astrológicas no están cortadas como una tarta con cuchillo y tenedor, sino que sus influencias se interpenetran cuando termina una y empieza la otra.
Para muchos astrólogos, la era de Aquarius no ha empezado, pues ellos confunden las constelaciones con los signos y consideran que estas tienen 30º. Por otro lado, las longitudes de las constelaciones varían dependiendo del sistema de coordenadas que se use.
El planisferio que se incluye en este libro, por ejemplo, no sirve para hacer las medidas de las constelaciones, pues está dividido en cuadrantes que tienen como referencia al ecuador celeste y a los polos celestes.
Se debe usar una carta de constelaciones que divida al cielo en cuadrantes partiendo de la eclíptica hasta los dos «polos» del eje eclíptico. Es decir, las constelaciones se han de medir con una esfera celeste que tenga como «ecuador» a la eclíptica. Si se hiciera sobre la base del ecuador celeste, las constelaciones variarían de longitud con el tiempo, ya que este último círculo es móvil.
Se ha de considerar que hay constelaciones que se montan unas sobre las otras en sus bordes por lo que, a efectos de eras astrológicas, se puede decir que cuando el punto vernal transita por esas zonas, la Tierra se encuentra bajo la fuerza histórica de dos constelaciones.
Por el contrario, en ciertos tramos de la eclíptica, en los límites entre dos constelaciones, queda un espacio al que no llega ninguno de los dos grupos astrales.
En este último caso la Tierra pasa por una «transición de era vacía» y no «bipolar», como en el primer caso. Se puede mencionar un tercer tipo de transición de era que es aquel en que, casi inmediatamente después de salir de la constelación anterior, el punto vernal se introduce en la siguiente («transición rápida o inmediata») Aparte de todo esto, se ha de estudiar siempre la constelación opuesta a la que marca la era.
Como ya se ha dado a entender, si el Sol apunta el 21 de marzo visto desde la Tierra a la constelación de la era, la Tierra observada desde el Sol señala en ese mismo momento a la constelación opuesta a la primera.
Por otro lado, es importante saber que las eras astrológicas pueden ser positivas o negativas en correspondencia con la clasificación de los signos zodiacales que se estudió ya en el apartado correspondiente.
Las eras positivas son Leo, Géminis, Aries, Aquarius, etc. y, las negativas, Cáncer, Tauro, Piscis, etc. Ahora podemos dar unas notas acerca de las últimas eras astrológicas históricas, con la aproximación no real de que tienen 2.160 años cada una, aun cuando sabemos que sus longitudes varían mucho.
Le aconsejamos que una vez haya estudiado los signos zodiacales, vuelva a leer este apartado, pues así comprenderá mucho mejor las características de cada era.
Leo:
Año 10.800 a.J.C – 8.640 a.J.C.: Era Astrológica de LEO.
De acuerdo con la enseñanza esotérica, hace 13.000 años aproximadamente (mitad de la ronda zodiacal) se produjo la destrucción de la Atlántida. La raza humana se infló de orgullo y mal utilizó los conocimientos técnicos que poseía (Aquarius está en oposición a Leo), provocando la propia caída de su civilización.
El hombre tuvo que desencadenar después una nueva lucha contra los elementos naturales, en muchos casos prácticamente desde un estado semi primitivo y traumático.
Solo los prudentes se escaparon del cataclismo y ocuparon las esplendorosas civilizaciones que eran colonias atlantes: sudamericana, egipcia, etc.
Cáncer:
Año 8.640 a.J:C: – 6.480 a.J.C.: Era Astrológica de CÁNCER.
Corresponde al auge de las sociedades matriarcales, del culto a la feminidad y de la adoración mística de la mujer como procreadora de la vida.
En oposición a Cáncer se encuentra Capricornio, que se relaciona con la veneración a los ancianos, la construcción de viviendas, la agricultura y el comienzo del sedentarismo.
Géminis:
Año 6.480 a.J.C. – 4.320 a. J.C.: Era Astrológica de GÉMINIS.
La humanidad empieza a desarrollar sus capacidades intelectuales con la aparición de los primeros sistemas de escritura. A la vez, la invención de la rueda y de otros sistemas de transporte, se producen bajo la influencia geminiana.
Sagitario, la constelación opuesta, podría interpretarse como el inicio de la filosofía y de los ideales en el ser humano.
Tauro.
Año 4.320 a.J.C. – 2.160 a.J.C.: Era Astrológica de TAURO.
El hombre concibe a la divinidad como un Toro, macho en occidente (Buey Apis en Egipto) y vaca sagrada en la India.
Las culturas mediterráneas de esta época han dejado numerosísimos restos artísticos y leyendas que tienen como motivo central al toro sagrado.
El arte egipcio está pensado según las cualidades de la influencia de Tauro: solidez, perdurabilidad, etc., como en el caso de las pirámides; pero, a la vez, la constelación opuesta, Escorpio, combina con dichas características las de la preocupación y reflexión en torno a la muerte física y la vida post-mortem: embalsamamiento, cámaras sepulcrales, etc.
Las salvajes y primitivas corridas de toros que todavía se hacen en algunos países son una deformación de los juegos que con estos animales realizaban algunas civilizaciones como la cretense.
En la decadencia de la Era de Tauro predominó un materialismo posesivo que llevó a sus culturas a la destrucción. Como aspecto beneficioso de la era, se establecieron intercambios comerciales mediante diferentes monedas.
Al final de la Era, Moisés prohibió adorar al becerro de oro (Tauro) y comenzó el mito del cordero pascual (Aries).
Aries.
Año 2.160 a. J.C. al año 0: Era Astrológica de ARIES.
La época ariana se caracterizó por la belicosidad y el desarrollo de las técnicas militares, los ejércitos y, en definitiva, el cómo matar mejor. Los pueblos de esta era (griegos, romanos, arios, etc.) alternaron el deporte agresivo de la guerra con una refinada calidad cultural y artística, siendo este último término propio de la constelación opuesta a Aries: Libra.
El arte fue mucho más estilizado y fino, como corresponde a la fuerza venusina de Libra, diferente a la que tiene Venus (planeta de la estética) en Tauro.
Bajo la influencia libriana está también el derecho romano, gran código jurídico que pretendió armonizar las relaciones humanas mediante leyes.
Como polaridad encontramos las leyes divinas expresadas por Moisés en el monte Sinaí: las tablas de la ley.
Piscis:
Año 0 a 2.012: Era Astrológica de PISCIS.
Aquí especificamos exactamente la fecha de finalización de la era, pues es un acontecimiento especialmente importante para nuestra civilización.
Con Jesucristo se cierra la época ariana y se plasma sobre la Tierra el símbolo de Piscis. Los primeros cristianos tenían como símbolo a dos pececitos colocados uno en sentido contrario del otro, lo que representa la contradicción y oposición entre ciencia y religión, hombre y mujer, occidente y oriente, materialismo y espiritualismo, etc.
El vulgo relaciona estos símbolos universales, por lo general, con la comida: en la era de Aries, cordero; en la de Piscis, pescado, etc.
Jesús fue vegetariano, como todos los grandes Maestros de la humanidad y, por supuesto, no tomó vino con alcohol, sino zumo de uvas.
La multiplicación de los peces y los panes simboliza la propagación de la enseñanza de Piscis y Virgo. Esta última constelación está representada por una mujer con una espiga de trigo en la mano y, de ahí, el pan, elaboración de los frutos de la madre virgen naturaleza.
Por otro lado, el símbolo de la virginidad de la madre del Cristo, símbolo presente en muchas religiones, adquirió especial importancia en el período astrológico pisciano.
Neptuno, planeta regente de Piscis, dio tanto la abundancia creativa artística como la superstición de la «noche de mil años»: la Edad Media.
Año 2012 d.J.C. a 4.012 d. J.C. aprox.: Era Astrológica de AQUARIUS.
Mucho se ha hablado del fin del mundo para esta época, tanto desde la perspectiva profética como de la puramente especulativa. La verdadera enseñanza secreta no es el fin de la Tierra, sino de la terminación de una forma de pensar y de vivir. Los «catastrofistas» todavía esperan fuegos artificiales, pero no se percatan de que el «fin del mundo» o, mejor, uno de sus signos, han sido las dos abominables guerras mundiales, la segunda de las cuales acabó en 1.945, poco antes del comienzo de la era de Aquarius.
La fundación de la O.N.U. en 1.950, la declaración de los derechos humanos y los tímidos intentos de acercamiento de los pueblos son otras señales importantes.
La intensa problemática mundial actual corresponde a la necesidad de la limpieza del «lastre» que carga la humanidad, lo cual se denota en la agonía cada vez más acusada de los comportamientos caducos y de tendencia involutiva.
Si en la era de PISCIS la palabra clave fue YO CREO, en la era de AQUARIUS es YO SE. Urano, regente de la era y de la técnica moderna, simboliza el enorme desarrollo científico al que se llegará en esta época y que sólo estamos empezando a vislumbrar. Pero no es suficiente con el intelecto, pues cada vez se hace más necesario que la raza humana adquiera una disciplina para el autoperfeccionamiento: alimentación natural, Yoga, Gimnasia, etc.,
La era de Aquarius ha sido denominada Edad de Oro, bajo cuyas puertas nos encontramos ya después de atravesar un largo camino bajo una peligrosa tormenta.
La energía atómica y eléctrica (relacionadas con Urano), así como la solar (el Sol es regente de Leo) serán las más usadas. La energía atómica será de fusión, ya que Aquarius simboliza la síntesis.
Acuario está representado por dos ondas paralelas onduladas, que indican la armonización de los pares de opuestos que en Piscis habían permanecido enfrentados: hombre y mujer, materia y espíritu, razón e intuición, oriente y occidente, etc.