Iniciación al SUI: Sistema Universal de Interpretación

50 – Iniciación al SUI: Sistema Universal de Interpretación

Iniciación al SUI: Sistema Universal de Interpretación

¿COMO DESARROLLAR ORDENADA Y ANALÓGICAMENTE LA INTERPRETACIÓN DE UN HORÓSCOPO?

Hasta el momento hemos citado algunas técnicas interpretativas, como son: “sistema universal de interpretación de planeta aspectado en signo y en casa”, “sistema universal de las determinaciones” y el “sistema de estudio dinámico global del yo”. Aparte de todo ello, hemos ido incluyendo otros muchos detalles de importancia a tener en cuenta en la interpretación.

Ahora ya estamos en el momento de establecer sencillamente un método global y holístico (total) de interpretación astrológica. Es algo que precisamos introducir en este momento por el hecho de que hay que ir asentando un macroesquema mental, para que el alumno pueda recorrer desde el principio con orden el estudio de cualquier horóscopo natal personal.

Por supuesto que este sistema se irá ampliando en el futuro, con lo que progresivamente vamos a incluir más fases o etapas en el desarrollo del SUI: Sistema Universal de Interpretación.

Explicado esto de otra forma, si anteriormente se han desarrollado varias técnicas astrológicas, nuestra función ahora será la de establecer un orden temporal en su aplicación. Al tenista se le pueden enseñar teórica y prácticamente la mayor parte de las técnicas conocidas con la raqueta, pero una cosa distinta y complementaria es el uso fluido de las mismas en cada momento.

Por supuesto que todavía no hemos explicado ni mucho menos todas las técnicas astrológicas, ni siquiera las más conocidas o aceptadas, con lo que a partir de ahora nuestro proceso pedagógico será el siguiente, en dos ramas:

-tratamiento y consideración de las técnicas interpretativas.

-ubicación de las anteriores en el SUI, en un punto o a partir de un punto determinado de su línea de desarrollo.

Pasemos sin más dilación a las FASES DEL SUI:

 

PRELIMINARES DE LA INTERPRETACIÓN

ELABORACIÓN DEL HORÓSCOPO

El primer paso obviamente es la confección de la carta astral, pero este es un tema que se trata en un capítulo paralelo del curso.

DATOS PERSONALES MÍNIMOS

Es lógico tener un conocimiento aproximado como mínimo de los datos individuales de la persona a la que se le va a realizar el horóscopo. Lo que necesariamente hay que conocer en cada caso es el nombre y los datos de nacimiento, de lo cual obtenemos la edad y el sexo.

Si es posible, sería interesante conocer el estado civil, así como el número y edad de los hijos. Ya hemos dado suficientes muestras de que la labor del estudiante de Astropsicología no es hacer la función de adivino, aunque ello en principio sea lo más comercial, pero no lo propio. En cualquier caso, es la experiencia la que forja en buena parte la conciencia del estudiante, sin despreciar al sentido común.

Este enfoque “adivinatorio” al final resulta ser un tanto esclavizante, pues genera en muchas personas que piden la carta astral una actitud superflua y pasiva, cuando no de simple entretenimiento y curiosidad en el acto en sí.

A la vez, se promueve que las preguntas del interpretado vayan dirigidas a cuestiones como: ¿me engaña mi amante?, ¿cuándo encontraré novio o novia?, ¿tendré suerte en este negocio?, y un largo etcétera que aquí nos ocuparía demasiado espacio.

Por el contrario, una explicación previa por parte del estudiante de Astropsicología al interpretado en cuanto a presentarle un enfoque orientativo, de estudio de sus ritmos, de un sistema de automejoramiento personal, de la necesidad de ejercer la voluntad para superar los “baches astrales”, etc. es mucho más reconfortante, instructivo y autorrealizador para todos.

 

INTERPRETACIÓN SIMPLE

ESTUDIO DE LOS HEMISFERIOS

Precisamos en primera instancia el realizar una visual general de los planetas en relación con los cuatro posibles hemisferios del horóscopo, considerados dos a dos.

HEMISFERIO DEL ASCENDENTE (figura E-17)
HEMISFERIO DEL ASCENDENTE (figura E-17)

Es la mitad del horóscopo que va del MC al FC pasando por el ascendente. Los planetas situados en esa mitad entran hasta cierto punto bajo la órbita del punto cardinal Ascendente, con lo que una mayoría de planetas en esa región significa que existe una abundante fuerza del yo. Ello puede significar en lo armónico que se posee automotor propio. En lo desarmónico, existe egocentrismo e individualismo.

Este hemisferio se encuentra en relación astrobiológica con la casa I y el signo del Carnero, debido a que el punto AC es la cúspide de la casa I.

HEMISFERIO DEL DESCENDENTE (figura E-18):
HEMISFERIO DEL DESCENDENTE (figura E-18):

Es la mitad del horóscopo que va del MC al FC pasando por el descendente. Los astros situados en ese lado del horóscopo indican que existe una serie de vivencias en relación con los demás, con los colaboradores, etc.

Es decir, es la polaridad del horóscopo que aumenta en lo equilibrado la capacidad de crecerse al apoyarse en los demás y al entrar en relación con “los otros” de forma asociativa.

Desde el punto de vista desbalanceado, la desventaja de esta abundancia de fuerzas en el hemisferio del descendente es que se depende excesivamente de las demás personas, con lo que el ser está pendiente de si le aprueban o si no le apoyan.

Este hemisferio se encuentra en relación astrobiológica con el signo de la Balanza y la casa VII, por el hecho de que el DC es la cúspide de esa casa.

Figura E-19
Figura E-19

Es el que va desde el AC hasta el DC pasando por el MC. Los astros situados en esa mitad de la carta astral se encuentran polarizados hacia el MC, es decir, hacia lo social, externo y futuro concreto (casa X). En el lado consonante, ello proporciona capacidad de actuar en lo social y extrovertido, a la vez que poner las energías en los objetivos concretos materiales cara al futuro (casa X, en analogía con el Macho Cabrío y Saturno).

En el lado disonante, sucede que existe un exceso de ambición externa y de desgaste hacia fuera, con lo que el mundo interior puede estar un tanto abandonado.

HEMISFERIO DEL FONDO DEL CIELO (figura E-20):
HEMISFERIO DEL FONDO DEL CIELO (figura E-20):

Es el que se genera entre el AC y el DC pasando por el FC. Los astros situados en ese hemisferio generan interiorización y dependencia del pasado, pues existe una analogía astrobiológica entre el FC, el Cangrejo y la Luna, debido a que el FC es la cúspide de la casa IV.

El significado armónico de este hemisferio es lo que se refiere al mundo de lo interno el cual, aunque a veces nos cueste entenderlo y sobre todo practicarlo, es la mitad de la realidad del ser humano. Por tanto, los planetas allí situados hacen que ese mundo de lo interno tenga suficiente resonancia para la conciencia, es decir, que haya vida y energía abundante en el dominio de lo interior-humano.

En el lado desarmónico, el exceso de astros en el hemisferio del FC crea demasiada introversión, así como demasiada dependencia del pasado y la imaginación.

ESTUDIO DE LOS CUATRO HEMISFERIOS

Es bastante claro que el estudio de los cuatro hemisferios debe de hacerse dos a dos, pues a la vez solo pueden coexistir dos hemisferios en el horóscopo. Así, por ejemplo, si visualizamos el hemisferio del Ascendente, lo debemos de hacer en interrelación con el correspondiente al DC, pues es obvio que si hay muchos planetas en uno, en el otro quedan pocos.

De por sí no es algo desarmónico el hecho de que haya 7 planetas, por ejemplo, en el hemisferio del MC. Lo que sucede es que el número de planetas astrológicos es limitado, con lo que en el hemisferio del FC (el opuesto al anterior), solo quedan 3 astros.

Se puede hablar de que hay un equilibrio medio perfecto entre los hemisferios en el caso poco probable de que ellos, estudiados dos a dos, tengan cada uno 5 planetas. Cuando existen 4 astros en un hemisferio y 6 en el opuesto, también podemos hablar de equilibrio relativo.

En el caso de 3 a un lado y 7 al otro, empieza a haber una “carga planetaria” importante en el mayoritario, así como cierto decremento en el menos poblado. Cuando sí se puede deducir una necesidad de compensar el hemisferio minoritario es a partir de una relación 2-8, la cual se acentúa en los casos de 1-9 y de 0-10.

PATRONES PLANETARIOS

Como segundo punto de la “interpretación simple”, necesitamos realizar otra visual a vuelo de pájaro de la posición de los planetas sobre el horóscopo, que es lo que se ha dado en llamar “patrones planetarios” en algunos libros sobre el tema.

Se trata de “dibujos” que realizan los planetas en su ubicación a lo largo del zodíaco. Poseen una validez relativa en cuanto a la interpretación, pero no desdeñable. Los patrones planetarios comúnmente aceptados como modelos son:

PATRÓN UNIFORME (figura E-21):
PATRÓN UNIFORME (figura E-21):

Los planetas están más o menos uniformemente repartidos a lo largo del zodíaco, sin que existan concentraciones de planetas ni tampoco áreas en blanco demasiado llamativas.

La ventaja es que la vida de esta persona es variada en experiencias, lo cual le da visión de conjunto. El problema puede ser la dispersión de energías en demasiadas áreas de actividad, tanto interiores como externas.

PATRÓN SALPICADO (figura E-22):
PATRÓN SALPICADO (figura E-22):

Los planetas están más o menos repartidos en el zodíaco, pero con la presencia de algún pequeño grupo de planetas en forma de “salpicado”. Como máximo se puede admitir en este caso la conjunción de tres planetas. Si hay cuatro o más planetas en conjunción, ya se entra dentro de la categoría siguiente.

La virtud de este patrón con respecto al anterior, es que hay varias zonas -aquellas en que caen los grupos de planetas- en que se produce una cierta acentuación de fuerza o de energía, con lo que la dispersión no aparece fácilmente. La desventaja con respecto al E-21 es que no hay tanto poder de abarcar.

STELLIUM PLANETARIO (figura E-23):
STELLIUM PLANETARIO (figura E-23):

Se trata de una conjunción planetaria a partir de cuatro planetas conjuntos inclusive. Puede haber más de uno en un mismo horóscopo.

Desde el punto de vista de la interpretación sucede que las casas y signos donde caen los stelliums cobran gran importancia por su fuerte “carga planetaria”. Este concepto de carga se debe por supuesto a varios planetas presentes en una misma área. Esta fuerza puede constituir una suma importante de energías tanto para lo armónico como para lo problemático.

PATRÓN LOCOMOTORA (figura E-24):
PATRÓN LOCOMOTORA (figura E-24):

Los planetas están más o menos repartidos a lo largo del zodíaco, excepto en una zona -de 90º a 120º- que queda en blanco. Algunos autores la llaman locomotora porque piensan que este patrón genera un efecto de dinamismo. También se le denomina así por el parecido con el contrapeso que poseen las locomotoras en sus ruedas.

En mi opinión no es un patrón muy definido, en el cual entiendo que habría que ver sobre todo las casas astrológicas que quedan vacías (3 o 4), las cuales permanecen como territorios menos manifiestos en la vida de la persona.

PATRÓN CUBETA O CUBO (figura E-25):
PATRÓN CUBETA O CUBO (figura E-25):

Este es un modelo curioso y que se da de vez en cuando, en el cual aproximadamente medio zodíaco está vacío, exceptuando un solo planeta colocado en la mitad “semidespoblada”. El resto de los astros abarca más o menos uniformemente los otros 180º. Al “planeta solitario” se le llama también planeta agarradera, que es el único que sirve de referencia manifiesta a la persona en esa mitad del zodíaco.

Se interpreta que un sector amplio del zodíaco vacío indica una cierta dificultad para acceder a los asuntos de las casas de esa zona despoblada. Por eso, el planeta agarradera ayuda a limar ese defecto. Hasta cierto punto este patrón planetario se asemeja a un radiotelescopio, siendo el foco del mismo el planeta solitario. A este no lo podemos llamar llanero solitario porque el zodíaco es cualquier cosa menos que llano.

Se le llama patrón cubeta porque los 180º ocupados son el cubo, mientras que el planeta solitario es el asa del mismo.

PATRÓN TAZÓN (figura E-26):
PATRÓN TAZÓN (figura E-26):

Es como la cubeta, pero no posee al astro agarradera, con lo que existe un hemisferio completo del zodíaco que permanece desierto de planetas.

Obviamente, a la persona le cuesta penetrar más en las experiencias ligadas a las casas y al hemisferio vacío. Este patrón, así como otros, se debe estudiar en relación al sistema de los hemisferios ya explicado.

PATRÓN COLUMPIO (figura E-27):
PATRÓN COLUMPIO (figura E-27):

Todos los planetas se ubican en dos grupos opuestos en el zodíaco. Sería algo así como dos stelliums confrontados entre sí.

La vida se centra en dos grandes áreas de actividad, que a la vez son muy polarizadas, opuestas o complementarias. Existen grandes dualidades o ricas paradojas en la existencia.

CONSIDERACIÓN GENERAL DE LOS PATRONES PLANETARIOS

A nuestro entender, los patrones planetarios poseen más fuerza cuanto más se acercan a uno de los modelos típicos descritos. Existen casos intermedios en los cuales la fuerza del patrón se pierde. Lógicamente no se trata de un sistema de recetas, sino de algo de lo que merece la pena acordarse durante la interpretación, aunque ello no lleva ningún esfuerzo en los casos modélicos.

 

PLANETAS EN LOS ELEMENTOS

Como tercer punto de la interpretación simple, encontramos lo que se refiere al estudio de los planetas presentes en los cuatro elementos (FIGURA E-28). En esta fase vamos a ir a una observación no tan a vista de pájaro como en las dos anteriores. Por supuesto que en este punto todavía no consideramos la presencia de los planetas en los signos, sino solo su ubicación en las triplicidades o elementos.

PLANETAS EN LOS ELEMENTOS (figura E28)
PLANETAS EN LOS ELEMENTOS (figura E28)

Este estudio general, el cual posee ciertamente una gran relevancia a pesar de su simplicidad, lo podemos denominar “estudio de las cargas planetarias en los elementos”.

Los componentes a repartir entre los cuatro elementos son los 10 planetas astrológicos más el AC y el MC, ya que estos últimos, aun cuando no son planetas, resultan relevantes en cuanto a su posición por triplicidad.

Hay quien utiliza el sistema de dar una puntuación a cada elemento (fuego, tierra, aire y agua) según la cantidad de componentes que figuran presentes en cada uno de ellos. Se suele dar el valor de dos puntos al Sol, a la Luna y al AC, mientras que el resto de planetas más el MC recibirían un solo punto. Sumando la cantidad de puntos correspondientes a cada elemento y comparándolos entre sí se pueden sacar a relucir interesantes cuestiones, como veremos a continuación. A repartir son un total de 15 puntos.

Otro sistema es tener en cuenta solo el número de componentes ubicados en cada elemento, con un total de 12 a repartir (10 planetas + AC + MC). Así, la media ideal de equilibrio sería de 3 componentes por elemento (3 x 4).

En sí el hecho de que haya más cantidad de componentes o factores en un elemento no es desarmónico en principio, pero es obvio que cuantos más se concentren en una triplicidad, más faltarán en algunas de las restantes.

Se puede entender que 2 o 4 componentes en un elemento todavía están dentro de la media o del relativo equilibrio, pero cuando ya aparecen cantidades distintas, hay que tenerlas en especial consideración. Por ejemplo, un solo factor en una triplicidad nos indica que efectivamente hay un déficit en cuanto a las energías del elemento en cuestión.

En el caso de no existir ningún factor en un elemento, es evidente que la escasez es mucho más acusada, con lo cual a la persona le resulta bastante difícil en principio acceder a las experiencias correspondientes a la triplicidad. Ello no significa que no le resulten importantes en su vida, sino sencillamente que le cuesta más penetrar en los temas de ese elemento.

De 5 factores y en adelante en un mismo elemento, hay que hablar de que las vivencias propias de esa triplicidad se encuentran muy crecidas y abundantes en la vida. En principio, tal como comentamos, la existencia de una carga importante en un elemento no es algo desarmónico, quitando que esas energías no sean controladas adecuadamente.

Pero aunque la abundancia en un elemento no tiene por qué conllevar un cariz desarmónico, es evidente que estos ejemplos hay que considerarlos en conexión con el estudio de los tres restantes elementos, especialmente aquellos en los que exista un déficit acusado.

Es lógico, pues sabemos que un gran aumento, por un lado, genera una fuerte disminución en los demás elementos. En lo que se refiere al sistema de dar puntuaciones, hay que tener en cuenta algunos puntos de prudencia. La media ideal de puntos sería de aproximadamente 4 puntos, pues son 15 a dividir entre 4. Lo que puede suceder, como ejemplo, es que en un elemento haya solo dos puntos, con lo cual pensaremos que existe un déficit.

Pero puede ocurrir que esos dos puntos correspondan a Mercurio y a Neptuno, con lo que la consideración de déficit resulta errónea. Así, dos factores en un elemento según el sistema de puntos, resultan estar dentro del relativo equilibrio.

Este es el motivo por el cual recomiendo en términos generales que se consideren 12 factores a dividir entre 4 elementos, siempre por supuesto interpretando la relevancia especial que poseen el Sol, la Luna y el AC, así como la menor importancia del MC respecto a cualquier otro planeta.

De este modo, el sistema de puntuación quedaría como simplemente orientativo. Pero, de cualquier manera, lo que nos interesa es estudiar ahora unos patrones generales o esquemas mentales para las “cargas de los planetas en los elementos”.

Hay tres maneras generales de considerar estas cargas planetarias:

EQUILIBRIO Y DESBALANCE

Se trata de ver cuáles son los elementos con equilibrio exacto (3 factores), cuáles con equilibrio relativo (2 o 4), con desbalance respecto a la media (1 o 5) y con desbalance acusado (0, 6, 7…etc).

Referente a los casos en que hay equilibrio o relativo equilibrio, lo que se puede decir es que la gama de experiencias en relación con ese elemento están normalmente manifestadas en la vida, tanto interna como externamente.

El aspecto esotérico de esta cuestión es el principio del verdadero YOGA (YUG… YUGO… UNION), según el cual el ser humano ha de equilibrar los elementos de la naturaleza con los de sí mismo.

Cuando posee déficit en un elemento de su carta astral, tanto internamente como externamente posee “poca cantidad de partículas astrales y mentales” en relación con ese elemento. Ello hace que el acceso al elemento deficitario sea más costoso y complejo, pues no hay el soporte inicial suficiente para que ello se haga normalmente.

Siempre se ha dicho que para todo -o casi todo- hay solución y este tema no es algo excepcional. Por ello, si la persona hace el esfuerzo necesario, apoyándose en algunas otras configuraciones de su horóscopo, va gradualmente despertando esa parte de sí mismo y de su alrededor que traía un tanto dormidas.

PREDOMINANCIA

Relacionar entre sí las cargas de los planetas en los cuatro elementos, pues en el punto anterior lo hemos hecho individualmente.

Una de las más clásicas aplicaciones al respecto es el averiguar cuál o cuáles son los elementos predominantes. Se puede entender a un elemento como tal cuanto alberga a cuatro factores o más del total de los doce. En ciertos casos también se puede considerar como elementos predominantes sencillamente a los mayoritarios, como en el caso de una combinación 3-3-3-1, donde claramente existen 3 elementos predominantes.

Algunos autores hacen un estudio de la posible predominancia de pares de elementos, lo cual puede tener aplicación cuando efectivamente dos de ellos son los mayoritarios. En términos generales, se trata de lo siguiente.

Existen dos combinaciones que resultan especialmente equilibradas. Estas serían la predominancia fuego-aire y la predominancia tierra-agua. Respecto a estas dos mezclas de elementos ya hemos hablado anteriormente, por lo que merece la pena ocupar nuestro tiempo en las otras.

La predominancia agua-fuego hierve o bien queda consumida y apagada. Resulta ser un componente de apasionamiento y extremos, ya que tanto hace aparición la fogosidad como la necesidad de romanticismo y subjetividad. La ventaja es la intensidad y el inconveniente lo constituye la excesiva ebullición interna, así como las contradicciones.

La combinación agua-aire es más que nada afín a lo psíquico, tanto en su vertiente emocional como en la mental, por lo que proporciona sensibilidad en abundancia, pues no en vano ambos elementos poseen un aporte de húmedo. El error puede encontrarse en el exceso de amoldabilidad y de falta de concreción.

A la combinación fuego-tierra a veces se le llama la apisonadora, pues tiene un doble componente de seco, con lo que por donde pasa lo deja todo parejo. Es decir, posee determinación y firmeza, pero por supuesto es relativamente sencillo que caiga en la rigidez y la falta de sensibilidad.

La mezcla tierra-aire se constituye como bastante apta para el pragmatismo mental y el control de las situaciones concretas mediante el aporte de lo racional. La desventaja es la frialdad afectiva y el exceso de cálculo en la vida.

Por supuesto que también se puede hablar de predominancia de tres elementos en un horóscopo, como sucede con el mencionado caso 3-3-1, pero sería demasiado tedioso entrar a explicar las distintas combinaciones, aparte de que ahí no se puede decir que haya una predominancia muy clara.

PLANETAS INDIVIDUALES EN LOS ELEMENTOS

Aunque hemos dicho que en esta fase no tenemos en cuenta la posición de los planetas en los signos, sí lo podemos hacer con los astros en los elementos.

En este sentido hacemos un interesante estudio, por ejemplo, viendo si el Sol es terrestre, aéreo, fogoso o acuoso, con lo que ya vamos vislumbrando desde esta fase de interpretación simple el cariz o tonalidad general de la individualidad. De la misma manera, lo haremos con la Luna, Mercurio, el resto de los planetas, el AC y el MC.

Es muy práctico visualizar desde esta fase qué tipo de inteligencia (Mercurio), de sensualidad (Venus), etc. posee la persona. Es algo que evidentemente supera mucho en cuanto a amplitud interpretativa a la consideración de solo la cantidad de factores presentes en cada elemento. Es el inicio de un tipo de interpretación cualitativa o más fina.

PLANETAS EN LAS CUALIDADES O CUADRUPLICIDADES

Se trata de aplicar el mismo enfoque que en el punto 48.3.3.

En este caso son doce factores o componentes (planetas + AC + MC) a dividir entre tres cualidades (Cardinal, Fijo y Común), con lo que la media sería de cuatro.

Así, con 3, 4 o 5 componentes en una cualidad se puede hablar de equilibrio.

Con 2 o 6 se puede considerar como un cierto desbalance.

Conteniendo en una cualidad 0, 1, 7, 8, etc. existe una descompensación marcada.

 

 INTERPRETACIÓN BÁSICA

LOS PLANETAS EN LOS SIGNOS ZODIACALES

A partir de este momento ya entramos en otro mundo de la interpretación astrológica, que es el que hemos dado en llamar ESTADO ASTRAL DE LOS PLANETAS. Recordemos: el estado astral de un planeta es la consideración de su estado vibratorio teniendo en cuenta la posición en signo y los aspectos astrológicos que recibe.

Según el SUD, cada planeta estudiado según su estado cósmico se constituye en un “significador general”. Por ejemplo, el Sol es el significador general de la individualidad, la Luna de la personalidad psico-afectiva, Mercurio de la inteligencia, etc.

Ya hemos explicado también el concepto de “interpretación por planos paralelos”, según el cual en el estudio astrológico vamos realizando varias “pasadas” sobre el horóscopo, con lo que existen distintos planos paralelos, debidamente relacionados entre sí.

En este plano paralelo en el cual nos encontramos, que es el del análisis del estado cósmico de los planetas, cada uno de ellos sirve para estudiar una función psicológica en la persona “propietaria” de la carta astral.

En esta misma línea, siempre partiendo de la base de que solo estudiamos la posición en signo y los aspectos de cada planeta, Marte se constituye en este nivel como el significador general de la capacidad de acción y decisión, Júpiter de la moral y la extroversión social, Saturno de la voluntad y la capacidad de concreción, etc., etc.

Podemos decir que cada estrato interpretativo posee una existencia propia, aparte de que se encuentre relacionado con los demás. Por ello, este nivel es fundamentalmente de tipo astropsicológico, aun cuando también se pueden extraer conclusiones en relación con la salud.

Solo sucede en cuanto a este último tema que es más certero esperar a entrar en el estudio por áreas (salud, trabajo, sentimental, etc.), pues debemos de acudir al sistema de casas astrológicas, debido a que hay varias en conexión directa con la salud.

Quizás pueda parecer contradictorio al estudiante lo siguiente. Si decimos que en el presente nivel (48.4.1.) la Luna es el significador general de la personalidad psico-afectiva, por ejemplo, ¿qué sucede si la Luna se encuentra en la casa IV?. En esa posición terrestre la Luna entra en relación directa con la madre. Entonces, ¿de quién nos habla la Luna?, ¿de la personalidad psico-afectiva del “dueño” de la carta astral o de la de su madre?. Pasemos a estudiar esta interesantísima y clave cuestión.

En primer lugar, desde el punto de vista técnico de la interpretación, la consideración de la Luna en el Centauro con aspectos es un estudio del “estado cósmico” del planeta, mientras que su ubicación simultánea en casa es una cuestión de “estado terrestre”. Así, como hemos dicho, aunque ambos niveles estén relacionados entre sí, cada uno de ellos posee una “vida propia” y características especiales. Pero, de todas formas, la misma pregunta realizada continúa en pie.

Podemos afirmar que, en el estudio del “estado cósmico”, la interpretación de los aspectos y la posición en signo de un planeta se encuentra en relación con un “estudio astropsicológico”, en el cual cada planeta es el “indicador general” de una función psicológica, en el sentido de los ejemplos que hemos citado.

En cambio, al estudiar a ese mismo planeta en su estado terrestre -añadiendo la posición en casa- puede aparecer un significado distinto al anterior dependiendo de la casa en concreto en la que se encuentre.

Así, esa Luna en el Centauro que habíamos citado como ejemplo, en la casa IV puede hablarnos de las cualidades psicológicas de la madre que más han influido en la persona; en la casa V podría indicar el carácter general de los hijos, en la VII el de la esposa o el esposo, etc.

En cualquier caso, recordemos que cada uno de esos personajes posee su propio horóscopo natal y, así, lo que podemos encontrar en la carta natal es de alguna manera el producto de la interacción entre la persona y su madre (casa IV), la interexperiencia con sus hijos (casa V), la interacción con su cónyuge (casa VII), etc.

A la vez, recordemos que con el SUD se consigue saber hasta qué punto un planeta de la carta astral está determinado o no hacia el yo. Pero este es un tema que lo veremos mucho más claro en la práctica cuando empecemos a interpretar conjuntamente “factores del yo y factores ambientales”, así como la interacción entre ambos grupos.

Pero desde luego que no vamos a dejar ni en el aire ni en la incógnita la pregunta que aún no hemos contestado. Aún cuando en la práctica lo veremos mucho mejor, ahora ya estamos en disposición de saber qué relación existe entre el estudio astropsicológico que nos proporciona la consideración del estado cósmico de cada planeta, por un lado, y el estudio del estado terrestre de esos mismos astros uno por uno.

En términos generales, nuestra premisa de partida al respecto es: EL ESTUDIO DEL ESTADO ASTRAL DE UN PLANETA (COMO SIGNIFICADOR GENERAL DE UNA FUNCIÓN PSICOLÓGICA) CONSTITUYE EL SUSTRATO PSICOLÓGICO DE LA EXPERIENCIA AMBIENTAL QUE ESE MISMO ASTRO PUEDE INDICAR EN EL ESTUDIO DE SU ESTADO TERRESTRE (CONSIDERACIÓN EN CASA).

 

Dicho de otra forma, cada experiencia ambiental se produce por algo, aunque la visión externa o profana pueda dar a entender que es algo fortuito o azaroso. Esta relación entre la experiencia ambiental y el sustrato astrológico que forma su base se puede entender de varias maneras según el caso:

A.

El sustrato psicológico inclina a que la experiencia ambiental se produzca. “El sujeto agresivo afina con las situaciones agresivas”.

B.

El sustrato psicológico impulsa y busca directamente un tipo determinado de experiencia. “El personaje con vitalidad sobrante busca con ganas la práctica del deporte intenso, poniendo ahí gran parte de sus energías”.

C.

El sustrato psicológico correspondiente es generado o formado por la experiencia externa. “El ambiente dinámico del hogar es asimilado por el niño en su infancia, con lo que ello pasa a formar parte de su sustrato psicológico”. Otro ejemplo sería: “un ambiente circundante de delincuencia durante la infancia, el cual obviamente influye en el carácter”.

D.

La experiencia externa viene dada por la necesidad kármica de superar algún defecto o impulsar alguna virtud del sustrato psicológico correspondiente. “El niño vive un ambiente de cierta impulsividad y malos modos durante su infancia, con lo que ha de fortalecer cierta hipersensibilidad que traía kármicamente”.

Con las explicaciones precedentes nos iremos percatando de toda la profundidad que posee el lenguaje astropsicológico, el cual progresivamente va haciendo desaparecer nuestra imagen de separación y desconexión de muchas cuestiones de la vida. Y es que hay algo por encima del estudio psicológico y ambiental, siendo ese algo la experiencia, la cual genera la conciencia.

Es decir, una cosa es ver el horóscopo desde el punto de vista nuestro, que pretendemos sea mediante un proceso lógico y a la vez intuitivo, mientras que otro tema es la Astrobiología vista como manifestación de la perfección de las leyes cósmicas. Estas leyes poseen un fin, el cual es la evolución de la conciencia y de las formas que a esta soportan.

Por tanto, todo lo que en la carta astral aparece significa experiencia, la cual unas veces es interna y otras es externa.

Dicho de otra forma, UN HORÓSCOPO ASTRAL ES EL UNIVERSO DEL INDIVIDUO, nuestro zodíaco mental, o como queramos llamarlo.

Este anterior es el motivo por el cual hemos dicho que, si aun cuando en la carta astral hay un epígrafe relacionado con el cónyuge, por ejemplo, este apartado indica la experiencia que el dueño de la carta astral vive en relación con su esposa, en la cual por supuesto interviene el carácter de esta, aparte de otros temas; más recordemos que el esposo/a posee su propia carta astral natal, la cual indicará cuál es el universo de esta persona, así como la manera en que vive y experimenta a su vez la relación con el cónyuge.

Continuando ahora con el tema central que motivó la discusión, el paso 4.1. de la interpretación posee dos versiones:

A.

Versión simplificada: estudiamos cada planeta como significador general de una cualidad psicológica, pero solo teniendo en cuenta su posición en signo.

B.

Versión completa: estudiamos el astro como significador general de una función psicológica, pero considerando su posición en signo y los aspectos astrológicos que recibe. Subrayamos la expresión “que recibe” porque se trata de ver los aspectos tal como el astro los capta, pues estamos estudiando cada planeta individualmente.

 

INTERPRETACIÓN GENERAL

SISTEMA DE ESTUDIO DINÁMICO GLOBAL DEL YO

En esta etapa que corresponde al SEDGY será la práctica la que nos vaya dando la progresiva perfección. Y en este punto por el momento nos vamos a quedar, ya que próximamente abordaremos el tema del estudio por áreas, el cual nos introducirá en el segundo gran polo de la interpretación de una carta astral: las experiencias externas o medio-ambientales. Este último tema también forma parte del presente epígrafe: la interpretación general.

Tal como habíamos sugerido, existe algo así como un gran triángulo en la interpretación de un horóscopo, pues ya sabemos que dos polos siempre generan un tercer componente.

En este caso, el ESTUDIO DEL YO y el ESTUDIO DEL MEDIO AMBIENTE producen la presencia de un nivel intermedio y superior, que es la EXPERIENCIA.

Ello aclara el punto de que lo que en un horóscopo llamamos ambiente es “el ambiente” de la persona, es decir, tal como lo capta y lo recibe, lo cual no tiene por qué coincidir necesariamente con la apreciación de otro individuo que objetivamente está sometido a los mismos componentes exteriores.

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